1. Ponte en la posición que te resulte más cómoda; si lo necesitas, coloca, a volumen moderado, una música relajante; cierra los ojos; respira a fondo sobre el centro de tu plexo solar. Inspira por la nariz y espira por la boca, a bocanadas largas y profundas; relaja tu mente; con cada aspiración y expulsión del aire de tus pulmones, encontrarás una confianza interior en la bondad de Dios y en su inagotable capacidad curadora.
2. De acuerdo a la necesidad física, espiritual y emocional que tengas, visualiza los siguientes colores para iniciar tu proceso de curación psico-espiritual:
• Para obtener alegría: aspira el naranja y espira el azul.
• Para incrementar las funciones intelectuales: aspira el amarillo para y espira el violeta.
• Para purificar: aspira el verde y espira el magenta.
• Para fortalecer el sistema inmunológico: aspira el turquesa y espira el rojo.
• Para obtener relajación: aspira el azul y espira el naranja.
• Para incrementar el sentimiento de autovaloración: aspira el violeta y espira el amarillo.
• Para erradicar pensamientos obsesivos: aspira el magenta y espira el verde.
• Para obtener vitalidad: aspira el rojo y espira el turquesa.
Tómate todo el tiempo que sea necesario, hasta que te sientas relajado o satisfecho.
A medida que practiques esta sencilla técnica de aspiración y espiración del color, descubrirás que te sientes más lleno de energía y que tu sistema está más equilibrado.