Podría parecer que los que generan frustración son los hechos y las condiciones del afuera. Pero esas circunstancias externas son meras excusas, y no son realmente responsables de tu frustración.
La frustración que sientes es creada por ti. Es producto de tu propia mente y de tu propio ego, y sin tu apoyo no podría existir.
Tu frustración es una elección. Y así de fácil como puedes elegir sentirla, también puedes optar por dejarla partir.
Recuerda eso la próxima vez que te sientas frustrado. Recuerda que no tiene por qué ser así.
La frustración ciega tus mejores oportunidades y pone fuera de tu alcance valiosos recursos. No hay dudas en cuanto a que sin esa frustración serías mucho más efectivo.
Así que cuando te des cuenta de que estás sintiéndote frustrado, decide allí mismo y en ese preciso instante, elevar tu nivel de conciencia. Fíjate cuán inútil e innecesaria resulta realmente esa frustración.
Luego déjala ir, y libérate para, rápidamente, avanzar.
Gabriel Sandler