Si algo quedó atrás en el calendario, no permitas que hoy te impida reír, triunfar, confiar y desplegar todo tu potencial.
Echando un vistazo a la sección de autoayuda de cualquier librería, llama la atención la cantidad de títulos dedicados a sanar los traumas del pasado. ¿Es necesario dedicar nuestro tiempo a darle vueltas a acontecimientos remotos? Depende. Cuando las experiencias vividas años atrás afectan al día a día, sí. Los acontecimientos dolorosos del pasado se pueden manifestar en el presente de varias formas: como un miedo difuso a tomar decisiones, como una fobia... Estos síntomas indican que el ayer está contaminando el presente, como un botón que se acciona automáticamente y libera emociones venenosas, como el miedo, la ira o la ansiedad. Conviene hacer limpieza para aligerar nuestra casa interior.
1. Enumera. Puedes poner por escrito tus miedos, aquella historia que por vergüenza nunca has compartido con nadie, el momento en que te sentiste ridícula, un insulto que se te quedó grabado en el corazón, tus complejos… No se trata de que te recrees en la miseria, sino de hacer visible ese malestar para poder mirarlo de frente y comprender que, como adulta, no tiene por qué seguir afectándote, y menos aún paralizarte.
2. Háblalo. Está comprobado que mantener relaciones de amistad sinceras reduce la ansiedad y hasta el riesgo de contraer ciertas enfermedades. Ábrete a hablar con alguien de confianza acerca de alguno de esos momentos oscuros del pasado que mantenías en un cajón cerrado con llave. No solo sentirás alivio, sino que recibirás reconocimiento y apoyo, porque todos hemos pasado por situaciones similares. Lo mejor de quitarles hierro es que hasta podrás reírte de ti misma. El sentido del humor es curativo.
3. Limpia tu credo. Muchas veces seguimos actuando condicionados por etiquetas que alguien nos colocó en tiempos tan remotos como la infancia o el colegio, o nos regimos por ideas o creencias que eran un dogma en nuestra familia o comunidad de pertenencia. Revisa todos estos pensamientos y decide, desde tu nivel de conciencia actual, si siguen siendo válidos para ti o, en realidad, nunca lo fueron. Esto afectará positivamente a tu forma de actuar.
4. Haz terapia. Cuando no puedes liberarte tú sola de lo que te impide avanzar, busca ayuda profesional. Métodos como la técnica de liberación emocional pueden sanar un bloqueo sin analizar en detalle el trauma. La meditación también resulta efectiva para deshacerte de la ansiedad.
5. Mira al futuro. Solo existe el presente. Pero, puesto que la mente tiende a viajar al pasado o el futuro, utiliza su poder para imaginar lo que deseas. No podemos controlar los acontecimientos externos, pero sí puedes ayudarte a dejar atrás el pasado poniéndote pequeños retos que te ayuden a salir de tu zona de confort.
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