Crea una Meta. En vez de abarcar muchos objetivos a la vez, trata de mantener la energía y el enfoque en UN objetivo.
Encuentra la inspiración. Lee blogs, libros, revistas, historias de éxito.
Emociónate. Primero inspírate, y luego visualiza el éxito YA, ve los beneficios en tu mente.
Publica tu objetivo. Escribe tu meta en grandes palabras y pégalo en la pared, en tu casa y el trabajo. Recuérdate tu meta a menudo, para mantener el enfoque y entusiasmo.
Comprométete públicamente. ¡A nadie le gusta quedar mal delante de los demás! Coméntaselo a tus amigos y familiares. Busca apoyo en ellos también.
Aférrate a la meta. Incluso si no sientes ninguna motivación hoy, no te des por vencido, la motivación volverá. Piensa en tu meta como un largo viaje, y tu caída es sólo un pequeño bulto en el camino. Párate.
Comienza con algo pequeño. Dos minutos de ejercicio al día, levantarte 10 minutos más temprano… Y ve aumentando cada semana, progresivamente.
Piensa en los beneficios, no en las dificultades. ¡Anímate!
Agarra a los pensamientos negativos y sustitúyelos por otros positivos. ¡Supervisa tus pensamientos!
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