Sé dichoso. Disfruta. Ríe. Sé la Luz. Sé el Amor.
Aprecia más, irrita menos o no irrites para nada.
Una buena práctica continua es poner una columna de Luz en tu hogar, dos veces por día. Te puede ayudar a despejar cualquier negatividad – no solamente de tu hogar sino de la persona que pone la columna de Luz.
Es sabio observar tu pensar y tus palabras para que al enfocarse, se tornen uno. Cuando lo hagas, tendrás un lugar de convergencia, en donde el Espíritu y el mundo material se unen y te impulsan.
Dios te presenta continuamente las claves para descubrir dentro de tí las formas que funcionan para tí.
John-Roger y John Morton