Por: Francisco Giménez
Definitivamente esta es una de los más viejos principios del crecimiento personal, que hoy en día aun se encuentra vigente, no cuesta nada, y produce cambios inimaginables en el entorno de la persona que lo práctica.
Existen dos tipos de personas que nunca logran nada de importancia en su vida, esta son:
1. La persona que no hace lo que le dicen que haga.
2. La persona que solo hace lo que le dicen que haga.
Una característica primordial de las personas que suelen alcanzar todo lo que se proponen en la vida, es simplemente hacer más de lo que les están diciendo que hagan. Si a partir de mañana usted se propone aportar más en su trabajo de lo que le pagan por hacer, comenzaran a ocurrir cambios maravillosos en su vida, sea lo que haga, a lo que se dedique, si cada día hace más de lo que le pagan por hacer, en poco tiempo su estilo de vida cambiara para mejor.
Esto no es más que simple consecuencia lógica de la ley de la acción y la reacción. Por cada acción que usted tome, se produce una reacción de similar magnitud y en sentido opuesto (hacia usted). Necesariamente esas reacciones no llegaran hoy, pero tenga la seguridad que llegarán. Permita que la vida se endeude con usted. Si tiene un jefe mal agradecido, no importa, no piense en eso ya que ese pensamiento le dará mucho más poder a esa persona. Piense constantemente en que usted esta dando más de lo que le piden que de.
La victoria en la meta del éxito, se habrá alcanzado cuando uno aprenda el secreto de dar más de lo que se espera en todo lo que uno hace. Hay que hacerse tan valioso en su trabajo que más adelante uno se vuelva indispensable. Uno debe ejercer su derecho a caminar ese kilómetro adicional y disfrutar de todos lo beneficios que recibirá. Si alguien te pide lo acompañes a caminar un kilómetro. Acompáñalo dos.
Cuando se adquiere esta norma como un estilo de vida, comenzamos a sorprender al mundo por nuestro grado de excelencia y dedicación. En ese momento nos tornamos como lideres en lo que estamos haciendo y nuestro éxito comienza a llegar por añadidura de una manera sorprendente.
Dentro de este proceso hacia la excelencia, nunca deben descuidarse los detalles, ni escatimar el esfuerzo adicional que ello implica. Esos cuantos minutos de más son los que logran la diferencia, o esa palabra suave de alabanza o agradecimiento, o simplemente esa entrega de lo mejor que no puede hacer. No importa lo que los demás piensen, lo que si resulta de suma importancia es lo que uno piensa de si mismo.
Ustedes son personas especiales, y como tal deben actuar, dando siempre lo mejor de ustedes y entregando mucho más de lo que las personas piensan recibir, eso nunca se podrá lograr tomando atajos y evadiendo responsabilidades.
Imagine que hoy es el último día de su vida. ¿Como actuaría el día de hoy?, ¿Dejaría cosas pendientes para mañana?, ¿Dejaría de decirle a alguien cuanto lo quiere?. Si aplica esta filósofa de vida, le garantizo que en muy poco tiempo comenzara a disfrutar los beneficios de ser una persona que vive totalmente al día, en la mayor actitud de excelencia posible.
Hoy en día con tanta mediocridad en la calle realmente resulta muy fácil comenzar a destacar, basta con salirse del montón. Efectuar un pequeño cambio hoy, significara una gran diferencia mañana. No se permitan seguir por el camino del montón. Atrévanse a cambiar