Cuántas personas no pueden disfrutar de la vida por algo que les sucedió en el pasado No quieren vivir plenamente el ahora, porque ya no tienen algo que tuvieron. No pueden vivir el presente, porque alguien las hirió, y por consecuencia ya no quieren aceptar el amor nuevamente por temor a equivocarse. Quizás porque una vez mostraron su inocencia y les sucedió algo desagradable, y creen que esto pueda volver a ocurrir. Hay quienes alguna vez hicieron algo malo y ahora se arrepienten. O tal vez como dije antes, alguien les hizo una mala jugada, y ahora están seguras de que su vida no sería la misma por culpa de aquella mala experiencia.
Si nos negamos a vivir plenamente el momento, porque solamente nos hacemos daño a nosotros mismos. El pasado pasó, pertenece al ayer y no es posible cambiarlo. El momento es el único que podemos vivir. Hasta cuando nos quejamos de ese recuerdo se da en el presente, y en el proceso de ese recuerdo nos estamos perdiendo de lo que es realmente la vida.
¡NUESTRA VIDA...!
Nunca te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente tú haz hecho lo que querías de tu vida. Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar corrigiéndote. El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error. Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfréntala con valor y acéptala. De una manera u otra es el resultado de tus actos y prueba de que tú siempre haz de ganar. No te amargues de tu propio fracaso, ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño. Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar. No olvides que la causa de tu presente es tu pasado, así como la causa de tu futuro será tu presente. Aprende de los audaces, de los fuertes, de quien no acepta situaciones, de quién vivirá a pesar de todo, piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo y tus problemas sin eliminarlos morirán. Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande que el más grande de los obstáculos, mírate en el espejo de ti mismo y serás libre y fuerte y dejarás de ser un títere de las circunstancias, porque tú mismo eres tu destino. Levántate y mira el sol por las mañanas y respira la luz del amanecer. Tú eres parte de la fuerza de tu vida, decídete y triunfarás en la vida.