*Estar pendiente de mí, para no hablar por otras personas.
Saber lo que quiero decir, "quitémonos ese miedo que no nos hacen expresarnos".
*Cuando no me permito sentir los sentimientos es señal de que los estoy reprimiendo. Expresemos lo que sintamos en cada momento.
*No es lo que digo, es como lo digo. La comunicación es la medicina que nos da salud en las relaciones.
*Elijamos el momento apropiado para comunicarnos.
*En el momento de abordar, conozcamos el motivo, compartir cómo se siente. Esto pone al día la relación y le da vida.
*Hablar con sinceridad y de manera clara y sin ocultamiento por miedo a no ser aceptado o rechazado.
*Aprendamos uno del otro y dejemos que surjan la comprensión que viene de la aceptación de cada uno.
*Estemos atentos cuando surgen los miedos o lo síntomas físicos.
*Mostremos nuestra vulnerabilidad y sensibilidad.
*Hablar desde la realidad tal y como es. Muchas veces lo que percibimos de los demás no es la realidad, ya que estamos viviendo a través de nuestro propio prisma personal.
*Hablemos desde nosotros, empecemos por: “yo me siento” enfadado por….
(Cuando hablamos desde el yo la conversación surge tranquila y suave; cuando hablamos desde el tú se siente amenazado y además no presta atención)
*Evitemos utilizar los juicios, las comparaciones o las acusaciones, sólo empleemos una o dos palabras para expresar los sentimientos: herido, confuso, cansado, feliz…
Estas palabras describen cómo nos sentimos y lo que está sucediendo en nosotros con respecto a la otra persona. Ej. “Cuando me hablas con ese tono de voz, me siento herida y enfadada”, en contraste con: “Cuando me hablas en ese tono de voz lo haces sólo para herirme y me hace sentir mal”.
*Así vemos nuevamente que desde que hablamos desde el yo, informamos; si el mensaje es sobre tú, atacamos.
*Escuchemos, saber escuchar es la parte más importante en la comunicación. Todo ello con una mente abierta, libre y con ausencia de juicios. Esta actitud nos da permiso para sentir lo que siente el otro.
*Comuniquémonos desde el corazón, desde el sentir. Y sin ocultamientos, ya que los “secretos” no sólo acaban con la comunicación sino también con la relación.
*Comuniquémonos con claridad, así llegamos a tener estables y buenas relaciones.
*Escuchando nos lleva a adquirir paciencia y al hablar reflexionemos si lo que vamos a decir es bueno, verdadero, necesario y útil. Nos ayuda enormemente a hablar con firmeza (que denota seguridad en uno), con serenidad (calma interior) y con amor (dejando que cada uno sea por si mismo).
Llegar a esto no es fácil, tampoco es imposible. Empecemos el camino (hacia nosotros mismos) con amor y aceptación, tal y como somos en realidad.