El perdón a uno mismo

El aprender a aceptar y a perdonar las acciones que percibimos como “malas” en nuestro pasado, puede ser difícil para la mayoría de las personas, ya que hemos sido educados para aceptar como normal el sentirnos culpables por nuestras acciones “equivocadas”, y a creer que con esta actitud de alguna manera estamos “pagando” por nuestros errores.

Sin embargo, es muy importante aprender a manejar estas situaciones de una manera positiva, a través de la comprensión y el perdón hacia nosotros mismos. El ser demasiado duros con nosotros mismos no es la solución. Si logramos vernos a nosotros mismos y a la situación con compasión, podremos ver que hay mucho más atrás de nuestras acciones del pasado. Quizás simplemente estábamos tratando de protegernos a nosotros mismos o a alguien más, e hicimos lo mejor que pudimos en ese momento, o quizás sentimos que no teníamos otra elección.

Una vez que entendemos que el seguirnos atormentando con el sentimiento negativo de culpa, solo nos hará sentir peor, podremos reconocer que solo a través del perdón a nosotros mismos podremos transformar nuestros sentimientos y sanar cualquier herida de nuestro pasado.

El darnos permiso de estar en paz con nosotros mismos y con nuestras acciones es uno de los pasos más positivos que podemos tomar hacia vivir una vida libre de arrepentimientos y culpa. Entre más nos recordemos que el verdadero camino hacia la paz en nuestra mente y en nuestro corazón es a través de la aceptación de cada parte de nuestras vidas, más armonía y alegría experimentaremos en todos los aspectos de nuestra vida.

El vivir con arrepentimiento por nuestras acciones del pasado es como traer una carga muy pesada en nuestra espalda todo el tiempo, que gasta tremendamente nuestra energía, impidiéndonos vivir la vida plenamente en el presente.

Sabemos que creamos nuestra vida con nuestros pensamientos, así es que vivir con arrepentimientos por algo que hicimos o no hicimos en el pasado, nos puede llevar a recrear la misma situación una y otra vez. Por el contrario, podemos elegir seguir adelante, aplicando lo que hemos aprendido con dichas experiencias, transformando así nuestra energía de manera positiva.

El mantener nuestra mente y nuestra energía completamente en el presente, nos permite sanar física y emocionalmente, y libera nuestra energía para crear lo que soñamos para nuestro futuro.

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