Elegir un lugar que esté protegido por todos los lados.
La tierra o los edificios que estén a la izquierda y a la derecha del lugar, deben formar unos brazos que abracen el lugar.
La tierra debe bajar en suave pendiente desde la parte frontal del lugar. Si nos imaginamos que el lugar es como una persona sentada en una silla, debe tener sitio para estirar las piernas.
No vivir en un edificio que sea el mas bajo de la zona. La energía positiva no llegará, a él, porque la energía es absorbida por la tierra que está más alta. De cualquier forma la energía negativa suele reunirse en el punto más bajo.
No viva nunca en una casa construida sobre un peñasco, sobre un risco o en la cima de una montaña. Estos lugares no tienen protección por ningún lado.
No viva en los pisos mas altos de los edificios de Apartamentos de muchos pisos, ni en un edificio de Apartamentos que sea la estructura mas alta de la zona. Los lugares expuestos son azotados por la energía incontrolada y destructiva.
No viva en una casa que esté al borde de , ni apoyada en, un precipicio. Es como si estuviera al borde de la caída o como si nos estuvieran empujando contra una pared.
No viva en una casa construida en una ladera sin vegetación, pues la vegetación es una forma de protección.
Evitar objetos agudos que apunten a la casa, porque son dañinos, contienen energía destructiva y la enfocan hacia nosotros.
Evitar árboles con ramas apuntando hacia abajo como un tenedor que esté a punto de atravesar el tejado.
También son dañinas las rocas puntiagudas que apuntan hacia un lugar.
Evitar transformadores de tendido eléctrico, las antenas de transmisión, las guías de construcción y las antenas. La situación peor se produce cuando los objetos agudos apunten a nuestra puerta principal o a la ventana de nuestro dormitorio.
Las imágenes de los objetos agudos son tan dañinas como los objetos verdaderos. Busque, pues, los anuncios, avisos, carteles y otras imágenes de este tipo que puedan contener representaciones de objetos puntiagudas, con el fin de evitarlos.
Los objetos grandes en su misma manzana que empequeñecen a la casa son dañinos. Compiten con su casa por la energía, y al ser mayores que su casa o edificio, absorben toda la energía de la zona. Por ejemplo un árbol grande y viejo con mucha raíz y ramas, un montón grande de piedras o un pozo hondo, pueden competir por la energía.
Los objetos brillantes orientados hacia una casa también son muy dañinos ya que recogen energía maligna y la dirigen hacia nosotros. Entre estos se encuentran los reflejos de luz de una puerta o ventana de cristal de otra casa, los paneles de energía solar, los reflejos de un lago, de un estanque, o de una piscina lejana y la luz que se refleja en los objetos de metal (los vehículos aparcados, por ejemplo). Pueden ser dañinos aunque estén lejos.
Los objetos largos y delgados que están orientados horizontalmente y en paralelo a nuestro edificio son dañinos. Es como si la hoja de un cúchillo estuviera a punto de cortar nuestra casa. Los tendidos de luz de alta tensión, las vallas y las ramas de los árboles, hasta los tendederos de ropa son dañinos si son permanentes.
Algunas formas de luz y de sombra pueden ser malignas. Todas las formas que se reflejan sobre las fachadas de nuestro edificio y que se asemejan a las llamas, a las olas o a objetos puntiagudos, son dañinas.
Todo objeto grande situado delante de nuestra puerta bloquea la energía nutriente. También obstruye nuestro camino, de tal modo que nos podemos encontrar con obstáculos en todas nuestras empresas.
Evitar tener cerca esculturas que tienen formas irregulares y rasgos agudos, o que se parecen a objetos destructivos. (Como cañones apuntando a nuestra casa).
Evitar tener frente o a los lados, edificios con esquinas que estén apuntando directamente a nuestra casa o apartamento.
Las estructuras dispuestas horizontalmente y que parece que están cortando nuestra casa son destructivas. Entre estas figuran los puentes, los viaductos, los tendidos eléctricos, las autopistas elevadas.
Las estructuras que se levantan verticalmente delante de nuestra casa o detrás de ella, son destructivas. Se cierran sobre nosotros como si estuvieran a punto de caernos encima. Entre ellos están los rascacielos, o una formación rocosa alta.
Los edificios con forma triangulares o que tienen partes que sobresalen, también son dañinos, sobre todo si las partes que sobresalen apuntan a nuestra casa como una lanza. ( a esto se le llama en el Feng Shui, flechas envenenadas).
Evitar vivir cerca a cementerios, hospitales, mataderos, funerarias.
Estructuras Benévolas
Los jardines y los parques con flores y árboles. Preferiblemente, el parque debe estar situado enfrente de nuestro edificio. Los árboles simbolizan la longevidad y la salud, y los jardines y las flores se asocian al crecimiento y son símbolos de prosperidad.
Los estanques y las fuentes. El agua está asociada a la prosperidad, por eso es bueno tener en nuestra casa o edificio un estanque, un riachuelo de aguas mansas, una piscina pero ojalá que esté al lado derecho entrando a la casa o edificio.
Las estructuras redondas. La redonda es símbolo es símbolo de integridad, de la dicha y la satisfacción que la acompañan. Por eso es bueno vivir en una zona donde pueda ver cúpulas o edificios con forma circulares. Es bueno tener ante la casa o el edificio una glorieta o rotando por
donde gira el tráfico, porque así se allana la energía que se pueda dirigir hacia la casa directamente.
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