Hay personas que creen que los ángeles a veces se quedan dormidos, o parecen indiferentes ante lo que nos sucede pero ellos no pueden elegir entre asistirnos o no. Al carecer de alma y ser solo espíritu con un función determinada, no poseen libre albedrio.
Esto sucede cuando nuestras creencias se basan en lo que es conveniente para nuestra personalidad o ego, y no comprendemos que todo aquello que nos sucede es lo que el alma necesita integrar. Todo lo que vivimos como experiencias se vincula con la evolución de nuestra personalidad.
El Ángel actual fundamentalmente por orden de nuestra alma, que es nuestra esencia divina, y algunas veces aquello que pedimos se opone a los designios de esta y es por ello que el Ángel no actúa.
Los Ángeles, por orden de nuestra alma, intervienen en nuestra vida sacándonos de la cómoda, conocida y segura existencia, para poder que podamos crecer y conocer nuevas potencialidades que nunca habíamos imaginado que teníamos.