Meditación Versus Contemplación

Si meditamos en una cualidad divina específica como la paz, la luz o la dicha, o si meditamos de una manera abstracta en la Infinitud, la Eternidad o la Inmortalidad, sentiremos todo el tiempo un tren expreso avanzando dentro de nosotros. Estamos meditando en la paz, la luz o la dicha mientras el tren expreso está constan­temente moviéndose. Nuestra mente está calmada y callada en la inmensidad de la Infinitud, pero hay un movi­miento; un tren está avanzando sin cesar hacia el objetivo. Estamos avistando un objetivo, y la medi­tación nos está llevando allí.

En la contemplación no es así. En la contem­plación sentimos el universo entero y la más lejana Meta profundamente dentro de nosotros. Cuando estamos contem­plando sentimos que estamos conteniendo dentro de nosotros el universo entero, con su luz, su paz, su dicha y su verdad. No hay ningún pensamiento, ninguna forma, ninguna idea.

En la contemplación todo esta fundido en una corriente de conciencia. En la contem­plación más elevada sentimos que no somos otra cosa que la conciencia misma; somos uno con lo Absoluto. Pero en la meditación más elevada hay un movimiento dinámico produciéndose en nuestra conciencia. Somos plena­mente conscientes de lo que está pasando en el mundo interno y externo, pero no nos afecta. En la contemplación tampoco somos afectados por lo que está pasando en los mundos internos y externos, pero nuestra existencia entera ha devenido parte integral del universo, el cual estamos conteniendo en lo profundo de nosotros.

http://www.srichinmoy.org/espanol/espiritualidad/manual_de_meditacion/contemplacion/meditacion_versus_contemplacion/index.html

Pregunta Sobre La Contemplación

P. Después de la meditación, ¿cómo empezamos a hacer contemplación?

R. La contemplación viene después de muchos años, cuando uno está muy avanzado en la vida espiritual. La contemplación es el peldaño más alto de la escalera interna. Muy, muy pocos aspirantes espirituales tienen la capacidad de hacer tan siquiera una contemplación limitada, y ciertamente no lo pueden hacer a su antojo.

La contemplación debe ser dominada antes de la realización de Dios, de manera que no puede ser ignorada o evitada. Pero en tu caso, la necesidad de la contem­plación no ha llegado porque tu concentración y tu meditación todavía no son perfectas. Cuando tu concentración sea perfecta y tu meditación sea perfecta, en ese momento tu contemplación tendrá que ser tam­bién perfeccionada. Entonces realmente podrás entrar en Lo Altísimo.