Siempre lleva una sonrisa en los labios, pues sabe que la vida le sonreirá si ella le sonríe.
Se siente cómoda y feliz en su cuerpo, sin importar sus latitudes ni apariencia.
No envidia las cualidades de los demás, por el contrario, las admira y es consciente de sus propias virtudes.
No imita estilos ajenos, crea el suyo propio a partir de sus experiencias y personalidad.
Sabe que toda persona es bella, por eso, no juzga a los demás bajo estereotipos físicos.
No ve al hombre como alguien que le roba libertad, sino como alguien que puede mejorar su vida.
Pone su felicidad antes que al de los demás porque sabe que si ello no es feliz no puede hacer feliz a nadie.
Evita las personas criticonas y pesimistas porque no aportan alegría a su vida.
Reconoce sus errores y acepta las consecuencias sin mentiras ni justificaciones.
Sabe que todo problema tiene una solución y lo que es tragedia hoy será solo un recuerdo mañana.
Cuando está estresada, calma su ansiedad. No se obliga a trabajar más de lo que resiste su organismo.
No promete lo que no puede dar.
Entiende que su paz mental vale más que los dólares.
Busca la reconciliación, pues sabe que en una discusión sin resolver se pierde más de lo que se gana.
No impone su criterio a los demás. Permite que ellos tomen sus propias decisiones y las respeta, aunque no las entienda.
Mide el éxito en base a su felicidad interior, no a elementos materiales.
Jamás piensa que lo sabe todo, por el contrario, está convencida de que le falta mucho por aprender y cada día es una oportunidad para hacerlo.
Comparte porque comprende que todos los placeres saben mejor cuando se disfrutan con otras personas.
No le teme a los retos, más bien los busca porque en ellos está su superación personal.
Siempre llega con la cabeza en alto, no por altanería, sino porque sabe que tiene mucho que ofrecer.
http://mmsabiduria.blogspot.com.ar/2008/08/una-mujer-segura-de-si-misma.html