En nuestra cultura occidental es muy común el ver el vello humano como algo de poco atractivo, y sobre todo es visto como algo muy repulsivo en algunas culturas. Pues ahora imagínate como es que toda tu cara este recubierta de un manto de pelo grueso y fuerte y, lo que es peor aún, que eso te empiece a ocurrir desde temprana edad.
Esto es lo que le ocurre a Supatra Sasuphan. Esta niña de sólo 11 años de edad, ostenta el Guinness World Record de ser la persona más peluda del mundo. Lo que no sabemos muy bien es, si esto es una alegría o una ofensa; dependiendo del punto de vista de la persona.
Supatra, que nació en Tailandia, sufre de Hipertricosis causado por un cromosoma defectuoso, una mutación genética muy extraña y muy llamativa. Este defecto le produce que su bello facial nunca pare de crecer, por lo que parece un animal. La menor tiene pelo grueso por encima de su cara, orejas, brazos, piernas y espalda. Incluso el tratamiento con láser no ha logrado detener el crecimiento del pelo, por lo que la niña así se ha convertido en el nuevo record de persona con más pelo en el mundo.
Es curioso lo que sucede con este estilo de premios que para cualquier mujer, sería una ofensa, pero Supatra se lo toma como una gran suerte, porque como dice ella, es muy difícil entrar en ese libro de record. “Estoy muy feliz de estar en el Guinness World Records! Mucha gente tiene que hacer mucho para entrar“.
El gran problema que tienen las personas que sufren esta deformación genética, es que es muy difícil que sean aceptados por la sociedad, pero este no es el caso de nuestra joven niña, ya que ella ha sido aceptada poco a poco por la comunidad. Es más, se ha convertido en una niña de mucha popularidad y se le muestran grandes dosis de cariño y comprensión. Decimos poco a poco, porque sí que es cierto que al principio la niña era sometida a burlas y desplantes por parte de sus vecinos.
La niña es una increíble estudiante en su clase, le entusiasman las matemáticas y como todo niña de su edad, adora pasar tiempo con sus amigos y disfrutar de un buen tiempo de juegos, pero sus padres están preocupados porque su futuro no aparenta ser tan bonito, porque es cierto que ahora no es tanto un problema su mutación genética, pero cuando crezca será un impedimento si quiere crear un círculo familiar.
Pero la niña, además de este problema, nació con otro más. Primero tuvo que someterse a dos operaciones sólo para respirar, nada más nacer, así que la niña tuvo que pasar unos 10 meses ingresada en el hospital y cuando cumplió dos años, se sometió a otra operación definitiva que le solucionó el problema respiratorio por completo. La primera vez que los padres llevaron a la niña a casa con casi un año de edad, los vecinos asustados les dijeron cómo habían permitido que ese pecado ocurriera.
De momento, esperamos que se puedan encontrar la solución a este estilo de problemas genéticos, no solo por la joven Supatra, sino por miles de personas que sufren la marginación social simplemente por sufrir una mutación que es visible.
Fuente e imágenes: Telegraph