Cada día de tu vida, el Universo (o Dios, o la Vida, o como quieras llamarlo) deposita en tu "cuenta bancaria virtual" el tesoro más precioso que existe.
Y lo hace contigo, y con cada persona de este planeta, sin ningún tipo de distinción, ni favoritismo. Desde el comienzo de los tiempos, todos recibimos exactamente lo mismo.
Cada día de tu vida, 86.400 joyas, 86.400 diamantes, pesos, euros, dólares o monedas de oro (ponle la imagen que quieras), ingresan a tu cuenta, y tú eres absolutamente libre de emplearlas en lo que quieras.
Con cada uno de estos 86.400 valores que se te dan cada día los puedes "invertir" en felicidad, salud, alegría, belleza, amor. Puedes construir tus sueños, o viajar hacia ellos. Puedes ayudar a otro ser humano, traer hijos al mundo, cultivar un jardín o iniciar el próximo invento, obra de arte o descubrimiento que cambiará el mundo. Puedes leer un buen libro, ver una buena película o escuchar una canción, que te aporten belleza, alegría, emoción, autoconocimiento...
No existen límites ni condicionamientos!
Excepto uno. Sólo uno: EL TESORO NO ES ACUMULABLE.
CADA SEGUNDO QUE PASA, UNO DE ESOS DIAMANTES DESAPARECE.
Tanto si los has aprovechado, disfrutado, invertido... o si simplemente los has desperdiciado, ya no están.
No puedes guardarlos, ni ahorrarlos, ni dejarlos para después. No puedes recuperarlos una vez que se han ido. No se los puedes comprar ni quitar a otra persona, ni puedes encontrártelos en la calle. No puedes aprovechar los que otros desperdician. Nadie te va a "reintegrar" más adelante los que no uses ahora. No puedes gastar a cuenta del ingreso de mañana: debes vivir el presente con el saldo de hoy.
Nunca jamás nadie ha logrado ni logrará recuperar ni uno solo de los preciosos regalos, una vez que los dejó ir.
Nunca, nadie, jamás.
ESE TESORO SE LLAMA "TIEMPO".
86.400 segundos de tiempo que se te dan cada día, y que forman el tesoro más valioso que alguien puede tener.
Todo lo demás que se ha logrado y creado en este mundo, se ha logrado haciendo buen uso de este tesoro.
Y, del mismo modo, nada, absolutamente nada puede lograrse sin él. Aunque fueras el ser más poderoso de la tierra.
Si ya no tienes tiempo, no tienes nada, y no puedes hacer nada.
Aprovechando ese tesoro, esas mismas 86.400 joyas es que, a lo largo de toda la historia de la humanidad, algunas personas han vivido vidas dignas de recordar, han creado belleza, descubierto continentes, criado hijos, salvado vidas, explorado el espacio, disfrutado... y todo lo que se te ocurra digno de mencionar.
Y por otra parte, desperdiciando esos mismos 86.400 regalos de cada día es que muchas personas han vivido vidas vacías, y han recorrrido caminos fugaces cuyo destino final fue el tedio, el arrepentimiento y la amargura.
Piensa en cuando una persona se enfrenta a su propia muerte. Imagínate a ti mismo cuando te llegue ese momento: ¿CUÁL ES EL MAYOR DESEO, EL RUEGO MÁS INTENSO, AQUELLO POR LO CUAL DARÍAMOS TODO A CAMBIO?
EL TIEMPO.
MÁS TIEMPO. VOLVER ATRÁS EL TIEMPO. RECUPERAR EL TIEMPO.
¿De qué puede arrepentirse una persona que se enfrenta al fin de su vida?
DEL TIEMPO QUE DESPERDICIÓ. DE LO QUE NO HIZO. DE LO QUE POSTERGÓ. DE LAS OPORTUNIDADES QUE DEJÓ PASAR.
Y de qué puede sentirse satisfecho y orgulloso esa persona?
De lo exactamente opuesto: El tiempo que aprovechó, todo lo que hizo, las oportunidades que tomó.
Piensa en cómo crees que te sentirás en el futuro respecto de todas las veces en que elegiste "matar el tiempo" con la TV, la computadora, con revistas... todas las veces que permitiste que alguien desperdiciara tu tiempo... (hay gente a la que no le basta con desperdiciar solamente el tiempo propio).
¿Cómo te sentirás, cuando tomes conciencia de que te queda poco?
Alguien escribió una vez:
"¿Quieres entender el valor de un año? Pregúntale a un estudiante que repitió curso.
¿Quieres entender el valor de un mes? Pregúntale a una madre que alumbró a un bebé prematuro.
¿Quieres entender el valor de una semana? Pregúntale al editor de un semanario.
¿Quieres entender el valor de una hora? Pregúntale a los amantes que esperan para encontrarse.
¿Quieres entender el valor de un minuto? Pregúntale al viajero que perdió el tren.
¿Quieres entender el valor de un segundo? Pregúntale a una persona que estuvo a punto de tener un accidente.
¿Quieres entender el valor de una milésima de segundo? Pregúntale al deportista que gano una medalla de plata en las olimpiadas."
En este mismo momento, tú estás leyendo esto, quizá invirtiendo tus preciosos segundos en tomar conciencia de que podrías aprovecharlos mejor, dejar de derrocharlos... y al mismo tiempo, millones de otras personas en el mundo están con la mirada perdida frente al televisor, dejando pasar el tiempo, haciendo tiempo, matando el tiempo, mientras esperan... ¿QUÉ?
¿QUÉ ESPERA LA GENTE QUE SÓLO "ESPERA"?
¿Cosechar lo que no han sembrado? ¿La fortuna por la que no han trabajado? ¿Oportunidades que, cuando lleguen, las dejarán pasar, tal como están dejando pasar las que ya mismo les están llegando? ¿El amor por el cual no se han jugado?
Una de las más grandes mentiras de nuestra cultura es esa frase hecha que dice que "todas las cosas buenas llegan a los que esperan".
Abraham Lincoln dijo respecto de la misma: "es posible, pero sólo serán las cosas que descartaron aquellos que van por delante, BUSCANDO".
Asi que tú ya tienes la información, ya tuviste tu oportunidad de tomar conciencia. Lo que pasó, pasó, pero...
¿QUÉ VAS A HACER CON TUS TESOROS A PARTIR DE AHORA MISMO?
Si me permites el consejo...
Cuando termines de leer esta nota, ¡toma acción!
Invierte cada una de las pequeñas joyas que en este momento están cayendo en tus manos, y goza de tu inversión. Y descanza sólo cuando ya no puedas más.
Haz del descanso una necesidad, no un objetivo.
¡Ya habrá mucho tiempo de descansar cuando dejes esta vida, te lo aseguro!
http://www.cambiarmivida.blogspot.com.ar/2008/08/tu-tesoro-de-cada-da.html