Los Querubines tienen cuatro alas y cuatro semblantes. El profeta Ezequiel los describe más detalladamente: dice que tienen un rostro de hombre en la parte delantera, un rostro de león a la derecha, un rostro de toro a la izquierda y un rostro de aguila detras . Y el batir de sus alas es como el ruido de grandes masas de agua, como la voz del Todopoderoso. Los pies de los Querubines tienen la forma de los de los toros y brillan como bronce bruñido. Los Querubines son los que portan el trono de Dios y también. La palabra hebrea kerub significa " el que intercede" pero a veces también se traduce como " acopio del saber divino ".
Los Querubines, sabios o maestros celestiales, son los responsables de guardar el árbol de la Ciencia del Bien del Mal en el jardín del Edén. Han servido de ilustración a la tapa del Arca de la Alianza. así como de adorno del templo de Salomón. La posibilidad de que los humanos admitamos la presencia y el legado de Dios depende esencialmente de ellos.
En cierta manera cada uno de nosotros es un Querubín en potencia, ya que la parte divina del ser humano está enfocada direcamente a esta Orden Celestial.
Los Querubines nos ven como a una mascota querida, a la que están dispuestos a ayudar en todo, animándonos día a día a que evolucionemos física, mental y espiritualmente, ya que en cierta manera son responsable de nuestro crecimiento personal, aunque por supuesto no pueden hacer todo por nosotros.
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