Todas las tradiciones, todas las culturas, todos los Maestros, promulgan una sola verdad: Que tras la dualidad se halla la Unidad. Que la Luz y las Tinieblas, el yin y el yang, lo femenino y lo masculino, son parte de una misma Unidad, del Dios que es Uno y Trino y si trascendemos la dualidad encontramos lo Divino. Tras los opuestos está Dios, el Gran Espíritu, el Aguila Mayor.
Vuestro trabajo en la nueva era es conciliar los opuestos, sed los dos una misma carne. Es en vuestra vida donde se realiza esta tarea, minuto a minuto, es en vuestro corazón donde se levanta el altar de la Unidad. ¿Acaso no os dije que el Espíritu dirige esta nuestra Obra?. Orad al Espíritu, pues es El quien concilia toda oposición, no oreis al Aguila Dorada, no pidais al Aguila Dorada, pues instrumento soy en manos del Gran Espíritu. Orad más bien al Espíritu para que se manifieste su presencia en vosotros, orad más bien al Padre, al Aguila Mayor.
En la Mente divina todos somos bellos, todos hermosos, todoso divinos, unid pues vuestra mente a la Mente divina para que el mundo que contemplen vuestros ojos sea hermoso y no temible. Contemplad la belleza y el universo será bello, pues gracias a vuestra visión se transmutará el mundo. Contemplad el Amor, vivid el Amor y cambiará el mundo, pues vuestra visión de un mundo en Paz renovará el mundo. Pero la Paz sólo es posible conciliando los opuestos, cuando los opuestos se unifican hay un cambio de conciencia en vosotros, cuando vuestra conciencia despierta, la Creación evoluciona.
Es así que instrumentos sois en el Plan Divino, es este el papel que jugais en la Creación. ¿Qué temeis?, si el Gran Espíritu está con vosotros, si Dios os habita, ¿quién podrá dañaros?. Si ya estais en el camino de retorno es porque ya conoceis las tinieblas y las tinieblas no os vencieron, no temais pues, cuidad más bien de no volver a las tinieblas, poned vuestra voluntad en el amor y no en el miedo y salvareis al mundo de la ignorancia y la oscuridad.
Vuestra misión es pues la misión del Espíritu: conciliar, unificar, armonizar, equilibrar, conciliar, conciliar... o más bien, despertar vuestra conciencia a una verdad eterna: que más allá de toda dualidad, que más allá de toda división, todos somos uno en la Mente del Absoluto, pues todo parte del Absoluto y a El volverá irremediablemente. Es este el principio y fin del Camino del Conocimiento que ahora emprendeis. Es esta la ley de interdependencia que marcará el nuevo orden, esa es la ley de Amor, la maravillosa ley de Amor que dirige la Gran Obra, el Plan Mayor.
(Transcripción: Belinda Williams)