Tenemos cinco sentidos (y mas) sin embargo el de de la visión es el principal medio que nos permite obtener información de nosotros mismos y de los demás y es el principal medio a través del cual establecemos conexión con nosotros y con los demás. Con mayor frecuencia percibimos más a los demás mirándolos , oliéndolos, tocándolos. Cuando se trata de llevarse bien con los demás, es el ojo el que trabaja.
¿Que decimos cuando saludamos a una persona? "me alegro de verte" y ¿al despedirnos? ”Nos vemos luego". La importancia de la visión se refleja en todo nuestro lenguaje. Para dar sólo algunos ejemplos los franceses dicen,” au revoir”, los ingleses “,see you” los españoles "hasta la vista”; los israelitas,”lebitraot” , loa alemanes “auf widersehen”. Cada uno de estas expresiones deriva de la misma raíz verbal: ver.
Cuando conocemos a alguien, o saludamos a personas que no hemos visro en años, lo primero que apreciamos es su especto. ¿Que se dice cuando se quiere hacer un cumplido sin apelar a la intimidad? “Tienes muy buen Aspecto “. Cuando nos levantamos por la mañana, una de las primeras cosas que hacemos es mirarnos al espejo para ver qué aspecto tenemos. Dependemos de la observación del aspecto (incluido el lenguaje corporal) de los miembros de la familia, los amigos, los socios profesionales y los desconocidos, para tener una idea de sus estados de ánimo, intenciones, expectativas y cosas similares. Obtenemos una importante comprensión de los demás a través de la observación visual, mucho antes de que establezcamos un diálogo con estas.
Por desgracia, nuestra percepción de los demás puede ser fácilmente distorsionada por ese mismo sentido cuando confundimos lo que se ve superficialmente (la raza, la etnia, el sexo o el atuendo) corre la esencia. Dependemos básicamente de lo que vemos para formarnos esa importante primera impresión de alguien, pero los ojos no captan ese aspecto realmente importante de esa persona (lo que tiene en el corazón y en la mente)
La visión más elevada y nobles de la humanidad no se tiene a través de ninguno de los cinco sentidos externos. Para ello poseemos otro sentido interno que conecta con la razón, la emoción, la intuición y la memoria. Se trata de la intelección, procedente de la palabra latina “Intellectio”. Este es el sentido superior, porque permite "entender” a través de la miríada de corriente de información que llegan por los demás sentidos. No serviría de nada ver, oír, degustar, tocar u oler el mundo circundante sino fuéramos capaces de "entender" esas percepciones. Gracias a la intelección podemos encuadrar, editar, refinar e interpretar la escena del mundo que nos lleva a través de los demás sentidos.
Demasiado a menudo, el ser humano se precipita en emitir juicios basándose sólo en los estímulos visuales, sin permitir que la interacción intervenga en la decisión. Creemos que lo que vemos es todo lo que hay. Si el aspecto de alguien es muy distinto al de las personas con quienes no relacionamos, tendemos a deshumanizar, o a temerlo, y llegamos a pensar en esa persona como si fuera de otra especie (un extraterrestre como subhumano). Esto constituía siempre un error trágico y, alrededor, de consecuencias sociales profundas, pero es un error en parte se debe a nuestra biología. Darse cuenta de las diferencias que se aprecian a simple vista fueron valiosas para la supervivencia del pasado remoto, por la forma básica-aunque excesivamente simple-de distinguir a los amigos de los mínimos. Pero no podemos saber si la persona describe bien, simplemente por su espectro.
La mayoría de árabes no son terroristas suicidas. La mayoría de los estadounidenses no son asesinos en serie. Por supuesto tenemos derecho a tomar precauciones ante asesinos en potencia de cualquier cultura. Pero sería un error basándonos en solo su aspecto.
Por otro lado la solución esta relacionada con la cultura humana o con la educación. Nos convierte en cuenta la visión universal de Martin Luther King. Que aconsejara no juzgar a la gente por su aspecto sino por su carácter. Con los ojos podemos percibir el color de la piel, pero sólo nuestro intelecto (“Alma”) puede formar una idea del carácter. El carácter tiene poco, o nada, que ver con el aspecto de una persona. Y si tienen mucho que ver con sus sentimientos y pensamientos. Descubrir aquello que los ojos no pueden revelarnos es la mejor manera de formarnos una idea acertada de nuestros compañeros humanos, y la mejor manera y de llevarnos bien con ellos.
Creo que esto sirva a las llamadas Aldeas Globales, pará conocer y comprender, a la persona que esta ahí y es real.
Soñé que mis cuatro hijos en un país donde no serían juzgados por el color de su piel. Sino por su carácter. (Martín Luter King)
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