Desde muy temprana edad, aprendemos que es lo que esperan de nosotros las demás personas, cuando tenemos que enfrentarnos a determinados hechos. Esto no es una cosa tan terrible de sobrellevar. El problema comienza cuando combinamos las ideas de nuestra mente con nuestro aprendizaje prematuro. Por lo general, muchas personas no aprenden que afrontar estos hechos de manera satisfactoria, proviene de la constante búsqueda de prueba y de la comprobación de esas evidencias que componen el rompecabezas, pero estos hechos son simples declaraciones que nos da la vida diariamente. Después de esta búsqueda, aprendemos que los hechos son ciertos y que contamos con esa declaración que se presenta como una exposición, entonces ya no nos hacemos preguntas. Hay ciertos momentos en que este tipo de enfoque nos ayuda a tener cierta ventaja en el mundo que nos circunda.
Cuando nos dicen: “el fuego quema” o “hace mucho frio”, estas declaraciones nos lleva a comprobar ciertos hechos que podemos comprender de manera simple porque son reales, solo nos tenemos que adaptar nuestro comportamiento para hacerle frente a las consecuencias de esos hechos, como por ejemplo, no poner la mano frente al fuego porque nos quemamos o abrigarnos cuando hace mucho frio porque nos podemos enfermar.
Este tipo de declaraciones no se las cuestiona. Esto no significa que siempre sea así, pero nuestra mente toma una postura práctica, hace lo que más nos conviene para no quemarnos. Esto no nos causa ni ansiedad o angustia, simplemente lo aceptamos para cuidarnos.
Estas declaraciones nos permiten comprender cuál es su significado. No nos sentimos obligados por sus consecuencias, porque sabemos de antemano, que nos va a suceder aunque tengamos una percepción visual, ya sea del fuego o del frio, pero al mismo tiempo, tenemos la oportunidad y la información necesaria para tomar la decisión correcta para nosotros, ya sea pensando, sintiendo y comprobando esos hechos.
Estas declaraciones son neutrales, no tienen ningún valor extra y por esa razón no se las cuestiona. Pero esta situación no es tan simple. Si tenemos en cuenta estas declaraciones que en realidad si tienen un valor, igualmente tratamos de garantizar una correcta comprensión de su significado. No se realizan preguntas a pesar de que hay una gran posibilidad de realizarlas.
Si tomamos otras declaraciones que son positivas como por ejemplo, “hoy has trabajado de manera excelente” o “tienes un muy buen trato con la gente”. ¿Cómo tomarías este tipo de declaraciones? ¿Quizás te sientas algo incómodo? Pero tienes una comprobación de un hecho y no haces preguntas. La persona que realiza esta declaración ¿Qué quiso decir exactamente? ¿Te estas desempeñando muy bien en tu puesto de trabajo? ¿Cómo sabe esta persona que esto te ayudará a perfeccionar tus habilidades? ¿Esto te permitirá mejorar tus emociones, encarrilar tus pensamientos y tu comportamiento?
Recibir este tipo de declaraciones es muy agradable, tener un excelente trato con la gente se puede medir a través del rendimiento y utilizar este conocimiento para manejar ciertas situaciones. No se tiende a cuestionar estos aspectos positivos de cada uno, se los acepta de manera ingenua, pero se corre el riesgo de no aprender nada de ellos.
Si observamos esto objetivamente, se relaciona con la pereza, pero si la analizamos un poco más profundo, esto tiene algún sentido. Si indagamos estas declaraciones, tendríamos que hacer un gran esfuerzo todo el tiempo para tratar de entender el significado que esa persona quiso realizar con esa palabras positivas.
Ahora bien, si planteamos la situación de otra manera piensa en esto, ¿Cómo reaccionaría alguien si le dices: ¿Qué es exactamente lo que me quiso decir con esa frase? ¿Cuál sería tu actitud si alguien te pregunta porque la has felicitado? Seguramente te sentirías extraño ante esas palabras. Esto es lo mismo que cuando saludamos a alguien y le decimos ¿Cómo estás? La respuesta que esperamos es: “bien”, para nosotros esto sería suficiente. ¿Para qué saber más?
Socialmente ese tipo de respuesta es razonable, no se pregunta más, produce una cierta sensación de tranquilidad y estimula las buenas relaciones, aunque no es una actitud funcional. Puede tener una cierta motivación, pero ¿Qué has aprendido?
Si ahondamos un poco más, cuando recibimos este tipo de declaraciones al preguntar a la otra persona ¿como esta?, se debe complementar con el sentimiento de confianza y de ciertos comentarios positivos, ¿se pueden aprender algo con esta manera de relacionarse? ¿De acuerdo al gesto de la otra persona, ¿tu mente duda de la verdad de sus dichos? ¿Haces algún comentario en voz alta al respecto? ¿Tratas de preocuparte un poco más por la persona que tienes enfrente? Si solo te quedas con esa contestación, no aprenderás nada y no estarás totalmente seguro de la verdad. Con respecto a tu crecimiento personal, no hay ningún tipo de negociación interna para comprender lo que le está pasando a la otra persona. No ha aumentado tu poder con respecto al entendimiento del talento, habilidades, prejuicios o debilidades de otro sujeto. Puedes estar perdiendo la oportunidad de conocer a una persona que vale oro.
Los estados emocionales que se podría denominar neutrales, no ayudan a la búsqueda del crecimiento personal y de la compresión de los hechos positivos, solo quedarían las declaraciones negativas.
¿Cómo pueden las declaraciones negativas ayudar a desarrollar ese crecimiento? Cuando recibimos alguna crítica negativa, ¿no somos buenos en mantener la cabeza erguida? Quizás no sean consideradas una gran fuente de información para ese tipo de crecimiento personal, pero es a través del aprendizaje de las reacciones negativas de los demás, de los comentarios que hacen y de sus respuestas, cuando comenzamos a desafiar con nuestra mente cuales son nuestros valores y que es lo que necesitamos para dejar de lado esa negatividad. También se aprende de los comentarios negativos.
Si sabemos que es lo que estamos haciendo mal, se puede decidir cambiar. Muchas personas se pueden sentir feliz de saber qué es lo que estamos haciendo mal. Les reconforta poder criticar. Pero tú no estás obligado a cambiar porque a los demás no les gusta determinada cosa de ti, solo debes hacer este cambio cuando tú no te sientes conforme o sientes la necesidad de transformar algo negativo en una buena actitud. A pesar de que ésta es una crítica negativa, puedes aprender algo, te están dando un mapa de que área está funcionando de manera errónea y tú puedes cambiarlo. Ahora tienes un esquema del lugar donde hay una falla y lo conseguiste gratis. De algo negativo, puedes aprender algo bueno, tienes una información útil que la puedes utilizar en tu beneficio, desarrollando una estrategia que modifique esto que te está molestando, y que sin esa crítica negativa, no la habrías percibido, porque te encontrabas en una zona de comodidad o pereza.
Al final, con este tipo de crítica ¿Quién se está beneficiando? ¿Tú que tienes la oportunidad de ver algo que no tenías en tu mente? O ¿la persona que realizo esa crítica? Sin dudas, que tú te beneficias. Aprende a ver lo bueno dentro de lo negativo.
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