El modo en que una persona vive está expresando la visión más profunda que tiene del propósito de su existencia.
A lo largo de tu vida, vas realizando una serie de acciones y tomando unas decisiones determinadas. Eliges ciertas experiencias que deseas vivir y rechazas otras que no deseas experimentar. Por supuesto, también vivimos experiencias que ni buscamos ni elegimos, pero ahora pretendo centrarme tan solo en aquello que vamos creando nosotros mismos con nuestras acciones y decisiones, porque todo eso va construyendo tu vida a imagen de lo que guardas en tu interior.
Por tanto, tu propia vida te cuenta una historia acerca de ti, te dice quién eres y lo que esperas de tu vida y de ti, tu propósito en el mundo.
Puede que algunas (o muchas) de las cosas que hagas en tu vida no estén de acuerdo con ese propósito fundamental e incluso estén en contradicción con él, pero aún así existirá una tendencia general que se vislumbra entre todo lo demás, un camino que, si no lo estás siguiendo ya claramente, posiblemente deseas seguir.
A veces, somos como niños que empiezan a caminar y no son capaces de seguir un camino recto, de manera que vamos dando tumbos de un lado a otro. Es posible que, aunque la historia de tu vida te cuente cuál es tu propósito y tu camino, aún no lo hayas visto con claridad, porque no lo sigues de manera recta y firme, sino desviándote a menudo, dejándote arrastrar por los demás, por la sociedad, perdiéndote a veces.
Aún así, hay una historia en tu pasado. Si la analizas con detalle puedes descubrirla y ver con más claridad ese camino.
Cómo hacer esto
Al mirar hacia atrás y observar tu vida, seguramente encuentres algún tema que se repite una y otra vez, algo que te acompaña siempre, que define lo que es tu vida en su más pura esencia. Ese tema posiblemente tenga que ver con tu propósito y por eso te ves arrastrado hacia él desde tu infancia.
Pero, ¿qué pasa si ese tema común que encuentras es la depresión, la soledad o el miedo? Si encuentras esto, significa que te estás centrando en tus emociones, pero no es en ellas en las que debes centrarte para encontrar ese propósito que define tu vida (las emociones negativas son a menudo la consecuencia de tus errores), sino en tus actos, en tus deseos y anhelos, en aquello con lo que sueñas y habita en tus fantasías, aquello que, libre y voluntariamente, decides vivir y experimentar y te hace sentir bien y estar mejor contigo mismo. Y, lo más importante, ha estado ahí siempre, en tu interior, desde que naciste.
Con todo ese material que acabo de mencionar, puedes construir un personaje y definir cómo es. Por ejemplo, alguien podría decir lo siguiente de su personaje: "desea y necesita estar en contacto con la naturaleza", o "desea estar en contacto con muchas personas y conocer gente nueva a menudo". Así, vas definiendo este personaje y describiendo como es, basándote, no en deseos momentáneos, sino en aquellos temas que han estado presentes en tu vida desde siempre. "Siempre he necesitado el mar", me comentaba alguien una vez, "vivir cerca del mar, practicar surf, navegar, sentir el movimiento de las corrientes y las olas". Este anhelo era uno de los temas más importantes en su vida, que le acompañó desde su infancia y que definía su propósito, marcando con claridad su camino.
Por supuesto, no siempre se vislumbran los temas centrales de la vida de una persona con tanta claridad, pero el personaje que crees de este modo te ayudará a hacerlo, porque te hablará de ti, te contará tu propia historia, te dirá quién eres en realidad y qué quieres y esperas de tu vida.
http://motivacion.about.com/od/Espiritualidad/a/Lo-Que-Tu-Vida-Cuenta-De-Ti.htm