Realmente pensar, es una destreza que hay que desarrollar, nuestra mente no para de pensar, ni aún durmiendo, el cerebro pareciera no descansar... Nuestra memoria nos permite desarrollar la inteligencia con toda la experiencia que acumula en el correr del tiempo, pero no es cosa fácil gobernar nuestros pensamientos, elegir que pensar y controlar las emociones que generan esos pensamientos que se ven incitados además por las exageraciones de la realidad que suelen llevarnos al limite, por no decir al precipicio emocional.
Cuando hablo de gobernar, pienso que soy yo la que tengo el poder, la que guía, la que conduce y administra, la que somete y dirige el enfoque y la productividad de mis pensamientos.
Hasta aquí estamos bien, pero así como acumulamos buenas experiencias acumulamos malas y con ellas alimentamos las debilidades y los apegos que representan nuestra considerable barrera para conducir efectivamente nuestros pensamientos.
Superar éstas barreras requiere de valor y fortaleza, animo, interés, mucha contundencia y fe, hay que aprender a pensar, porque para vivir en paz hay que dominar los pensamientos y ocupar nuestra mente con cosas positivas, buenas y honestas. El pensamiento negativo te forzan a la tristeza y la amargura te restan entusiasmo y optimismo, realmente no hay suerte ni circunstancias que determine tu éxito o tu caída, solo tu manera de pensar consolida que eres dueño de tu destino.
Solemos quedarnos atados al pasado por lo que paso o por lo que no logramos y para mi esto es lo primero en la lista con lo que se debe trabajar. Agradece a tu pasado por todas las cosas positivas que te trajo, hijos, conocimientos, momentos vividos, esfuerzos compartidos, aprendizajes... reconoce lo bueno y lo positivo dentro de ese caos que te trajo tanto dolor pero que ya no te traerá más sufrimiento y asúmelo.
Lo otro importante es la disciplina y la disposición, ir más allá de lo que nuestra experiencia nos recomienda, de aquello que aprendimos de pequeños o lo que nos contaron, elige tu propio destino, crea tu plan y no pospongas tus prioridades, cree en ti, en que si puedes y si lo lograras, acepta las cosas tal cual son, entiende que todo es parte de un entrenamiento, valórate y entiende que nadie ni nada es perfecto, perdónate por aquel pasado que aún te atormenta, aprende a ser feliz con lo que tienes, dentro de tus obligaciones encuentra un espacio para hacer aquello que realmente te gusta, deja el miedo atrás y atreveré, la vida es solo una, arriesgate a vivir tus sueños y deja de torturarte....
Samantha Ferrer