Salvo que sea, – y en contadas ocasiones - para buscar un profundo sentido a la vida, generalmente preguntarse los porques… o ¿Porque a mi? nos traen “porquerias”, pues , preguntarse el ¿porque? trae en si mismo un enjuiciamiento… ¿Porque has hecho esto o aquello? ¿Porque me tiene que pasar esto a mi? …. los porques buscan una causa que a veces no existe, y nos llevan a un bucle que no tiene salida…. y la mayoría de porques no tienen respuesta.
Encerrarse en el ¿porque?.. genera una tensión al organismo, que repercute en nuestra salud, generando rabia, ira, impotencia etc. con lo que contribuimos a debilitar nuestro sistema inmunitario aumentando nuestros niveles de cortisol, con todo lo que supone una perdida de defensas.
Otro tipo de preguntas del estilo ¿Que puedo hacer con esto que me ha pasado? ¿Cómo quiero sentirme por encima de las circunstancias?. Las preguntas oportunas nos abren posibilidades, nuevos retos y generan estados de ánimo positivos.
La medicina demuestra que los estados de ánimo negativos incluyen en el organismo en forma de daño cariovascular, digestivo y otras múltiples enfermedades.
Conocer los patrones que nos impulsan a generar estados de animo optimistas y positivos, es la mayor medicina que contribuye a la felicidad y a prolongar la vida.
Germán Belda Gil