La manipulación es una forma de dominación de unas personas sobre otras para obtener beneficios, los que sean, por medios degradantes. Es un tipo de acoso moral. Si lo sufre, tal vez le interese conocer como sacudirse esa manipulación sin desfallecer en el intento.
Le damos las claves: Desenmascarar al manipulador, no esperar cambios en su conducta, contramanipular y un recetario de tareas para ponerse al día y no dar pie a la manipulación. Vamos, pues, a desarrollar cada uno de esos consejos.
Desenmascarar. Un primer consejo es esforzarse en descubrir, desenmascarar la acción de la manipulación que se ejerce sobre nosotros para someternos. Si nos sentimos incómodos, aprisionados, vigilados o coartados en nuestra libertad de acción cuando estamos cerca o entramos en contacto con una persona que nos somete, tenga por seguro de que estamos ante una situación de manipulación.
Sin embargo, darse cuenta de la manipulación, a veces, no resulta fácil. La atonía en la que nos introduce el manipulador con sus argumentos 'lógicos' puede hacernos creer que las situaciones comprometidas que crea son absolutamente normales, tanto como para que nosotros no las veamos como contrarias a nuestras necesidades e intereses.
En esa misma línea, narcotizados con las malas artes de la manipulación, dejamos de notar los daños y sus secuelas y la relación de dependencia en la que estamos viviendo.
Una última circunstancia para no movilizarnos en deshacer la situación es la simple y llana de no reconocer que la persona que está junto a nosotros es lisa y llanamente un manipulador. Quitarnos las gafas empañadas que distorsionan nuestra visión es parte del camino que habremos de desandar para apartar conductas de manipulación sobre nosotros.
No espere cambios. Esperar que una persona que nos somete a una manipulación constante puede cambiar es pedir al sol que brille de noche. Hay diferentes grados de manipulación y de acciones manipuladoras, pero es frecuente que esa forma de proceder sea el resultado de necesidades y vacíos emocionales de la persona que manipula.
Esa conducta es parte de su forma de estar en el mundo, sin asertividad, sin empatía, sin una comunicación humana, cercana y de igual a igual. No espere cambios, sepa que la comunicación con esa persona que le manipula siempre girará en torno a condiciones como las de someter y dominar las voluntades ajenas, las suyas, por ejemplo.
Manipular también. Contramanipular puede ser una forma de salir no dañado del contacto físico y verbal con un manipulador. Mostrar nuestros puntos de vista con firmeza, llevar la ironía y el humor a nuestros argumentos puede darnos el chance de mostrarle que estamos por encima de sus exigencias.
Si el manipulador no puede doblegarnos, su escasa capacidad para la constancia le llevará a desistir y buscará nuevas víctimas, pero no nosotros. Es como darle la espalda a la manipulación tomándola de frente.
Un recetario. Sí, un recetario de tareas para evitar los efectos de la manipulación que puede empezar por evitar físicamente a esas personas, no huir de ellas, sino evitarlas, no acudiendo a los lugares donde están y son reyes, si podemos evitarlo.
También podemos sacudirnos la manipulación si dejamos de contestar las preguntas que no han sido formuladas con absoluta claridad.
Del mismo modo, no sea su conseguidor, su intermediario, no conteste por que sí a los halagos con segundas, anote toda la información que le proporcione para tenerla en cuenta en el futuro, con todo detalle, y por lo que más quiera no le dé cera a un manipulador y su manipulación, no cuente todos los detalles de su vida y mucho menos de los más íntimos, que, con mucha probabilidad se conviertan en el futuro en munición de combate para el manipulador, con usted como diana. Téngalo en cuenta.
http://www.webdehogar.com/auto-ayuda/12070701.htm