Existen diferentes etapas en el amor. Etapas que igual que la primavera, el verano, el otoño y el invierno se suceden ininterrumpidamente en el calendario de los sentimientos. A veces, una relación perdura más allá de los años y fortalece la unión. En otras ocasiones, una historia ni siquiera comienza como consecuencia de la no correspondencia mutua o termina de forma repentina por las diferencias y los conflictos.
La aventura del amor contiene elementos que transcienden a la voluntad humana. Nadie decide de quién se enamora ni cuándo. Ahí reside su magia y su misterio. Sin embargo, más allá de la idealización inicial del ser querido y de la emoción extrema que envuelve a los primeros encuentros, existen otras etapas de la historia que tal vez se caracterizan por un sentimiento más sereno y maduro pero también por un mayor realismo.El objetivo de esta reflexión es invitar a los lectores de este blog a descubrir las claves para superar el fracaso amoroso. Un fracaso que en realidad no lo es puesto que constituye una oportunidad para el aprendizaje y la superación personal.
Un desamor no es más que la manifestación de un desencuentro. Un desencuentro que procede de la incapacidad de llegar a un acuerdo con el otro. En ese instante, ha llegado el momento de emprender el rumbo en solitario para descubrir un nuevo horizonte perdido. Un horizonte que aporte luz y paz interior.
Para poder sobreponerse a la ruptura de una historia es necesario dar tiempo al tiempo porque de forma natural se experimenta una profunda tristeza inicial, para dar paso a la ira y posteriormente, a la aceptación de los acontecimientos. En ese instante, la persona comienza a sentirse mejor porque ya no se rebela contra lo sucedido ni idealiza el pasado sino que toma su situación actual como una fuente inagotable de posibilidades. En ese momento, comienzan a surgir nuevas ilusiones, futuros proyectos y el optimismo.
El desamor es una manifestación de tristeza. Una tristeza que se alivia mediante el placer. Por esta razón, es fundamental que la persona compense su malestar con aquello que le hace sentir bien, practique sus aficiones, se premie y se cuide. Por otro lado, el placer no sólo puede estar orientado al bienestar físico sino también anímico. En este sentido, el diálogo y la confianza con un buen amigo es una ayuda eficaz. Es esencial tener a alguien con quien poder desahogarse y expresar los sentimientos, miedos e inseguridades que nacen como consecuencia de la ruptura.
Finalmente, también es necesario perder el contacto con la pareja para poder olvidarle y establecer distancia. Tal vez, después de un tiempo sea posible transformar el sentimiento amoroso en amistad.
Ante una ruptura, es decir, ante la decepción que produce un desencuentro es necesario apostar por nuevos encuentros. Para ello, es importante estar abierto al otro y buscar actividades que favorecen la socialización. Hacer planes el fin de semana, realizar un curso sobre un tema interesante en el que también se puede descubrir alguna amistad, ampliar el círculo social mediante los contactos establecidos por otros conocidos… Existen muchas opciones. De hecho, hoy día, con las nuevas tecnologías es posible conocer a gente nueva mediante el contacto virtual. En este sentido, Mobifriends es un lugar estupendo para participar y establecer nuevas relaciones.
El desamor es una etapa de la vida: una etapa que paradójicamente puede conducir hacia el encuentro de uno mismo y el descubrimiento del amor verdadero.
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