En contadas ocasiones hemos visto que nuestros amigos celestiales vienen a nuestro auxilio si así se lo pedimos, incontables son los testimonios de personas recibiendo ayuda en un momento de angustia, pero cuando nos enfrentamos a situaciones puntuales y somos víctimas de la manipulación de otras personas, o en nuestro trabajo sentimos el ambiente “pesado”, o últimamente notamos que no nos salen muy bien las cosas, o en nuestra casa existe desarmonía disgustos y quizás se apoderan de nosotros sentimientos de desaliento, desamparo, depresión y el que “todo es inútil” o sea cual fuere la situación que atravieses en este momento es ahora que tienes que actuar y cambiar todo esto como por arte de magia, acógete bajo las alas de tu ángel.
De que nos debemos proteger?
De nuestra propia maledicencia, es decir cuando en tu corazón y mente se mantienen en una frecuencia diferente a la armonía y el amor es muy fácil que cualquier entidad etérea o física logre hacerte daño. Cuando alguien por causa de celos, envidia, vanidad, desilusión, desamor te lanzan pensamientos negativos y hablan mal de ti y te juzgan y además de todo te condenan y sin contar las personas que se valen de manipulación a través de “trabajitos”, caen sobre ti. Hay que recordar que todo lo que hagamos, sintamos o hagamos hacia los demás nos será regresado y con una fuerza 3 veces 3 superior a como fue lanzada, sea positiva o negativa.
Protección de la casa
Lo primero es tu casa, la cual debes ver como un altar, como sea que vivas, un cuarto o un penhouse, es tu lugar “sagrado” de descanso, por lo tanto límpiala de negatividades, luego de hacerle un aseo exhaustivo, dejar cada rincón despejado - recuerda que la estás preparando para recibir la visita y los huéspedes más importantes del mundo Los Ángeles- quema incienso preferiblemente de sándalo y párate en la puerta principal de cara al interior haciendo la señal de la cruz dices:
“Desde la parte de Dios que hay en mí, Yo te bendigo mi casa querida, bendigo cada átomo de cal y arena que te componen, bendigo el techo con me amparas y a mis seres queridos a partir de este momento no cruzará por esta puerta nada que sea diferente a la armonía y perfección de Dios manifestada en Amor puro, no entraran personas ni comidas desagradables, pido humilde y reverentemente a los ángeles de la llama Rosa, a todos los ángeles de la llama azul del Arcángel Miguel que vengan, vengan, vengan y envuelvan ésta mi casa querida, cada puerta y ventana para que cualquier espíritu encarnado o desencarnado que rose con éste manto de protección sagrada, sienta latir en su corazón el amor de Dios y pierda cualquier deseo de dañar la propiedad ajena, invito a todos los seres celestiales a entrar y formar parte de esta casa. A partir de ahora solo entrará el bien, el éxito y la opulencia, Gracias amados Ángeles gracias Padre que así es”. Con esto das por hecho que has colocado un sello de protección que solo tú puedes romper.
Sería muy bueno que colocaras elementos como piedras y cristales que pertenezcan a tu ángel, como especie de talismán de protección.
Sandra Castellanos