Nuestros amigos celestiales nos piden revisar y analizar que significa el trabajo para cada uno de nosotros. El trabajo es la energía a través de la cual podemos realizar todos nuestros sueños, el trabajo te debe aportar emocionalmente satisfacción personal, crecimiento profesional, capacitación, conocimiento, amistades, alegría y en consecuencia a estas emociones fluye el dinero y la riqueza.
Menadel nos afecta en nuestras emociones, para que vivamos a fondo cada experiencia en el trabajo y así saquemos el mejor provecho de ellas. Sin embargo cuando se tiene el empleo y no se realiza un trabajo interno para aprender de ello, la mayoría de las veces el Angel nos escenifica el mensaje sobre la labor interna a través del oficio que hacemos, por ejemplo, el que trabaja en limpieza, a lo mejor te dice que hay mucho por limpiar en tu energía y emociones, cada trabajo externo nos revela de alguna forma el trabajo interno que debemos hacer.
El trabajo nos devuelve la plenitud, hay que interpretar esta idea de la siguiente forma: el trabajo interno nos conducirá a la opulencia, a la riqueza, a la recuperación de los potenciales perdidos de manera que las personas que son activas, que trabajan todos los días con sus pensamientos, siendo creativos, alcanzaran una permanente situación de bienestar. No es lo mismo con las personas que realizan solo trabajo físico, demasiado atareadas a veces con más de un empleo, es señal de que no están realizando un esfuerzo interno que se ven obligados a hacerlo hacia fuera.
Menadel nos hace esta reflexión para que busquemos a través de nuestro trabajo la expresión de sí mismos. Cuando estás haciendo lo que no te gusta, jamás encontraras la satisfacción interior que buscas. Es el momento de revisar y si eres de esas personas que están paralizadas emocionalmente, pues anímate y aprovecha la energía de ésta maravilloso ángel para pedirle el cambio que quieres tener en tu trabajo, para tu propia realización.
Si en cambio no tienes trabajo puedes pedírselo preferiblemente entre las 11,40 y 12 del día, invocándolo: Amado Ángel Menadel, tú traes la esencia llamada trabajo, Yo (dices tu nombre), humilde y reverentemente te solicito mi trabajo perfecto, con la gente perfecta y el salario perfecto para encontrar así mi realización espiritual. Así es, hecho está!
Sandra Castellanos