RENTE A UNA ENFERMEDAD PROPIA O AJENA:
Niego la apariencia de toda afección física. No la acepto ni para mí ni para nadie. La única verdad radica en el espíritu y todo lo inferior se amolda a mi palabra, al yo reconocer la Verdad. En nombre de Jesucristo que nos autorizó, decreto que yo y todos somos Vida. La Vida es salud, fuerza y alegría. Gracias Padre que me has oído.
FRENTE A TODO TEMOR (PROPIO O AJENO):
Niego el temor. Dios no creó el temor, luego no tiene otra existencia que la que yo le quiera dar, y yo no acepto, no deseo más esta apariencia creada por mí. Suelto y dejo ir toda sombra de temor en mí (o en tí). Juan Apóstol dijo: “el amor desarraiga todo temor”. Dios es amor, yo soy su hijo, soy hecho en, por y de amor. Esta es la Verdad. Gracias Padre.
FRENTE A TODA TRISTEZA (PROPIA O AJENA):
Niego la propia existencia de esta tristeza (pena o depresión) Dios no la autoriza. Borro en mí toda tendencia a la negatividad. No la necesito. No la acepto. Dios es dicha, gozo, alegría. Yo soy dicha, gozo, alegría. Gracias Padre por... (Comienza a enumerar todo lo que tengas, hasta lo más insignificante).
FRENTE A CUALQUIER FALLA O ESCASEZ:
Niego toda apariencia de escasez. No es la Verdad, no lo puedo aceptar, no la quiero. La abundancia de todo es la Verdad. Mi mundo contiene todo. Ya está todo previsto, todo dado por un Padre todo amor, sólo tengo que reclamar mi bien. Señálame el camino, Padre, habla que tu hijo te escucha. Gracias Padre.
FRENTE A TODO LO QUE NO SEA ARMONIOSO:
Niego la inarmonía. No acepto esta apariencia de conflicto. Dios es armonía perfecta. En el espíritu no hay choque, ni contrariedad, ni lucha, ni cosa alguna que se oponga al cumplimiento de la perfecta armonía. Gracias Padre, bendigo, tu armonía en esta circunstancia.
POR LA PAZ MUNDIAL Y FRENTE A TODA APARIENCIA CONTRARIA:
Gracias Padre que eres Paz. Gracias Padre que nada de lo que está contrariando este hecho tiene consistencia alguna, que todo es creación de los que ignoran. Perdónalos que no saben lo que hacen. Hágase tu voluntad aquí en la Tierra como es en Tí. Gracias Padre.
Todo lo anterior te lo doy para que aprendas a formular tú mismo tus oraciones. Como todo el día estamos pensando y decretando, todo el día estamos orando, en forma negativa o en forma positiva, y creando nuestras propias condiciones, estados y sucesos.
LO IMPORTANTE ES MANTENERSE EN EL ÁNIMO QUE EXPRESA LA ORACIÓN. SI DESPUÉS DE AFIRMAR TE DEJAS REGRESAR AL POLO NEGATIVO, DESTRUYES EL EFECTO DE LA ORACIÓN. CUIDA TUS PENSAMIENTOS. CUIDA TUS PALABRAS. NO TE DEJES ARRASTRAR POR LO QUE EXPRESEN OTROS. RECUERDA QUE ELLOS IGNORAN LO QUE TÚ YA VAS CONOCIENDO.
Lo que pienses y pidas para ti, piénsalo también para los demás. Todos somos uno en espíritu y esa es la forma más efectiva de dar. Mejor que pan y limosna ya que el pan y la limosna duran sólo unos instantes, mientras que la Verdad se queda con el otro para siempre. Tarde o temprano tu don espiritual le entrará en la mente consciente y habrás hecho labor de salvación en un hermano. El Principio del Ritmo, que es la ley del péndulo, el búmerang, te devuelve el bien que haces (como también el mal que haces).
Se ha dicho que “uno con Dios es la mayoría”, de manera que una sola persona que eleve se conciencia al plano espiritual y reconozca la Verdad en la forma expresada más arriba, es capaz de salvar de la ruina a una organización, salvar de la crisis a una comunidad, una ciudad o una nación, porque actúa en el plano espiritual que es la Verdad y ésta domina a todos los planos inferiores. “Conoced la verdad y ella os hará libres”.