Empezando el año todos nos hacemos propósitos que queremos cumplir, Desafortunadamente, muchas de esos sueños se “quedan” en el camino y antes del primer trimestre pasan al olvido. Probablemente la falla radique en la forma como declaramos estas metas. Más que objetivos a futuro debemos plantearlos como “Afirmaciones Positivas” y reales del presente, con convencimiento y agradecimiento anticipado, hablando y pensando como si ya existieran. Otros ingredientes igualmente importantes de esta creación deliberada son la intención, la actitud y el hecho de hacernos conscientes para entender y confiar que siempre estamos apoyados por fuerzas externas celestiales y que como espíritus divinos que somos podemos lograrlo todo.
Estadísticamente hablando, los científicos dicen que aún nos falta por explorar y usar un noventa por ciento de nuestro cerebro. Si con ese pequeño porcentaje que hoy utilizamos hemos conseguido tanto, imagínate si estuviéramos empleándolo en su totalidad!
La buena noticia es que podemos reinventarnos a nosotros mismos desarrollando nuestro cerebro, fortaleciendo nuestra mente, centrándonos en nuevos conocimientos y patrones de pensamiento, haciendo que mente y cuerpo trabajen juntos. No es el deseo de los ángeles controlar nuestra mente pero si pueden ayudarnos a elevar nuestra energía y comprensión para que reflejemos nuestra Divinidad verdadera.
Nuestros pensamientos son como varitas mágicas que mandan órdenes al universo. Todo lo que existe surgió a través de un pensamiento, de manera que cada idea en tu mente puede convertirse en realidad. Se muy cuidadoso al escoger lo que piensas y afirmas ya que nuestros pensamientos, nuestra salud (física, mental y emocional) y nuestra realidad están conectados. Las palabras que pronunciamos acerca de nosotros mismos, de las personas, las situaciones y las cosas que nos rodean, condicionan lo que recibimos. Los ángeles nos aconsejan usar frases amables para atraer a nuestra vida experiencias armoniosas y amorosas.
Las afirmaciones positivas se definen como pensamientos amorosos que, escogidos con intención y a conciencia, reprograman nuestra mente con el fin de crear la realidad que deseamos. Estas declaraciones gentiles que introducimos en el “disco duro” de nuestra mente, atraen bendiciones de toda índole: éxito, sanación, prosperidad, auto-estima, fortaleza, etc.
A todos nos gusta escuchar frases lindas y eso incluye a tu Ser interior. Para empezar este proceso de mejora en la calidad de tu vida y de tu entorno, los ángeles nos aconsejan que utilicemos afirmaciones de cariño con nosotros mismos. Frecuentemente regálate la frase: “Te amo, eres un hombre/mujer maravilloso/a”. Mejor si lo haces en voz alta. Las afirmaciones positivas elevan nuestros pensamientos hacia la gratitud y el amor. Estas vibraciones altas atraen más razones para sentirnos agradecidos y amados. Es posible hacer realidad y atraer cualquier cosa que en nuestra mente pensemos, creamos y sintamos con alegría y gratitud.
¿Cómo construir adecuadamente afirmaciones positivas?
Como regla general pero no única, las afirmaciones positivas efectivas deben ser formuladas en primera persona (usando el pronombre “Yo”), en tiempo presente y con palabras positivas obviamente. Mucha personas se sienten incomodas al pronunciarlas en “presente” y no lo hacen, ignorando que pierden de manera significativa su poder. Por ejemplo si la situación a trabajar es la falta de tolerancia, una excelente afirmación positiva es: “Yo soy paciente, tolerante y siento compasión y amor por mi mismo/a y por todos.”
Contrario a: “Voy a tratar o a intentar ser más tolerante” o “Me gustaría dejar de ser tan impaciente”. ¿Notas la diferencia? Aunque muy en el fondo la idea es básicamente la misma, la segunda y la tercera frase no están en tiempo presente y la tercera tiene una connotación negativa al usar la palabra “impaciente” en lugar de su opuesta positiva (paciente)
Otros ejemplos:
“No me quiero enfermar este año”. Mejor si lo expresamos como: “Yo soy una persona sana, fuerte y saludable” o “Yo soy el centro de mis propias fuerzas de curación” o “Yo despierto mis poderes internos de sanación”.
“Este año si empiezo la dieta”. Mejor: “Yo asumo el cuidado de mi mismo/a todo el tiempo. Cuido mi cuerpo, le brindo alimentos sanos, el ejercicio que requiere y pierdo fácilmente los kilos que ya no necesito”. (Puedes diseñar algo similar para dejar de fumar o de tomar alcohol por ejemplo)
“Quisiera conseguir pareja este año”. Mejor: “Yo me abro al amor, permito que llegue a mi vida y me llene de felicidad y alegría”
“Deseo dejar de juzgar y criticar a otros”. Mejor: “Yo acepto a los demás como son y respeto sus creencias”
Anímate, haz una introspección, evalúa los aspectos de tu vida actual que quieres trabajar o reforzar y diseña las afirmaciones positivas que deseas implantar en tu mente. Los arcángeles Jofiel (cuyo nombre significa “Belleza de Dios”) y Haniel (“Gloria de Dios”) son especialistas en ayudarnos a embellecer nuestros pensamientos (Jofiel) y a atraer la gracia en nuestras vidas (Haniel). Así que invoca su ayuda y comienza hoy mismo a escribirlas. Manténlas a la vista en tu billetera, en tu agenda, en la mesa de noche o hasta pegadas en el espejo de tu baño. Léelas varias veces. La intensidad la dicta tu corazón. La clave de las afirmaciones positivas está en utilizarlas repetidamente el número de veces que sea necesario para que su fuerza creativa produzca resultados en nuestro mundo exterior. Esta comprobado que para adquirir un hábito se necesita como mínimo un periodo de 21 días.
Con determinación y tranquilidad, establece un compromiso contigo mismo. Obviamente afianzar esta costumbre requiere paciencia y práctica. Si te descubres pensando o diciendo palabras negativas o quejumbrosas, haz una pausa, respira profundamente y pide la ayuda de tus ángeles para cancelar y borrar lo pensado o pronunciado. Luego cámbiala por palabras amables y cálidas. Los ángeles nos pueden ayudar en este sentido, recordándonos ver lo mejor en todas las personas y circunstancias.
Cuando usas afirmaciones positivas, tu alma resplandece de alegría; ampliando tu campo de energía e incrementando tus habilidades de sanación y manifestación. En la medida en que vayas viendo el cambio en tu comportamiento y pensamiento, felicítate y elógiate ante cualquier logro por pequeño que sea. Los ángeles desean que sepamos que el único reconocimiento que necesitamos proviene de nosotros mismos. Así que: ¡adelante, honra su Ser!
Martha Muñoz Losada