En nuestra cultura es muy normal escuchar al saludarnos y preguntarnos cómo estamos, respuestas como: “ahí voy”, “lo mismo de siempre”, “en la lucha”, “bien para no preocuparte” u otras expresiones similares. Aunque el aburrimiento, la monotonía y el descontento nos pueden afectar a todos en cualquier momento, te recuerdo que tu estado de ánimo lo condicionas tu mismo, tú eliges como sentirte. Tu alegría y confianza no pueden depender de lo exterior; el acto de vivir y tu mundo son tu responsabilidad.
Es maravilloso cuando el sol resplandece y el cielo se ve azul muy despejado, pero las nubes y la lluvia también son creaciones del Padre. Habitualmente digo a manera de analogía, la luz del Señor siempre atraviesa las nubes mas oscuras; de manera que el sentido de la vida y tu motivación no te lo dan tus posesiones, el clima ni la conducta de los demás. El brillo de cada día no depende de que tan soleado amanezca, sino del amor y la alegría que generas y emanas cuando desde el centro de tu corazón Dios es tu motor.
No te dejes morir en tu interior, no te apagues por dentro. ¿Recuerdas la imagen del Sagrado Corazón de Jesús con la llama en su pecho, como símbolo de su amor por todos nosotros? Te comparto una experiencia: el mes pasado (justo en junio cuando se celebra esta festividad) en una sesión de ángeles que hacía a distancia por internet (vía skype), recibí una visualización similar para mi paciente y el significado del mensaje que le entregué se refería literalmente a que cada mañana encendiera la chispa divina en su corazón. Aunque el Papa León XIII en el año 1899 consagró a la humanidad entera al Sagrado Corazón de Jesús, me pareció un ejercicio muy hermoso para todos hacer.
En alguna otra terapia, también visualicé una veleta y el mensaje era: “muévete por tu propia cuenta, no con el viento de los demás, ni para el mismo lado que los otros soplen”. Mantener contento a todo el mundo es muy desgastante. Ocúpate de ti mismo, de tus necesidades y de la manera como está transcurriendo tu existencia. ¿A quién le estás entregando tu poder?, ¿quién está viviendo la vida por ti? Si consideras que todos tus días son iguales, revisa tu actitud, porque no existe un momento igual que otro.
Bendice y agradece
Despiértate motivado y agradecido por la oportunidad que se te presenta de un día más, por el simple hecho de que estés vivo. A veces damos por sentado que tiene que ser así y nos levantamos como robots. Aprovecha el momento de la ducha, para dar las gracias por todo lo que te ha sido dado. Cuenta tus bendiciones. Me dijo alguien hace mucho tiempo: “si quieres amargar tu existencia, enfócate en lo que no tienes”.
Invoca a tus ángeles para que te ayuden a sentir motivado y al salir de tu casa pide la protección del Arcángel Miguel. Impregna de mucho amor las horas por venir e imagínate ya regresando en la noche seguro y contento a tu hogar. En el lapso del día, pide a tu equipo de apoyo celestial que tu energía se incremente de acuerdo con el trabajo consciente que haces en ti mismo, mantente alegre, confiado en que Dios tiene muy buenas cosas para ti. Tu actitud es muy importante para que el universo trabaje a tu favor.
Si te quedas en casa o ya en tu lugar de trabajo, abre ventanas, corre cortinas y persianas. Limpia y ordena tu espacio físico. Aprovecha cualquier momento para oxigenarte y ponerte en contacto con la naturaleza. Aun en la grandes ciudades, hay parques. Sal un rato, camina y nútrete de la mayor fuente natural de energía: el sol.
Organízate
Planea, pero sé lo suficientemente flexible para adaptarte a los imprevistos (la rigidez es una cualidad de las piedras). Pide ayuda, delega, enseña y aprende de otros. Mantente receptivo y abierto a todas las opciones. Si tu plan A no funciona, invoca a tus ángeles de la guarda y diseña el B, el C y hasta el D. La vida es más sencilla de lo que nos han enseñado y letras es lo que hay en el alfabeto.
Pídele a tus ángeles que ante cada circunstancia te muestren la forma más fácil de abordarla. Enfócate en la simplicidad. Ensaya nuevas maneras de hacer tus rutinas. Acaba con la creencia de que es necesario sufrir en la vida y que todo debe ser muy luchado para merecerlo. Para programar tu agenda diaria, te sugiero al mejor de los managers: el Arcángel Metatrón, especialista en ayudarnos a ejecutar el mayor número de tareas pendientes. Es igualmente efectivo para que lleguemos a tiempo a nuestras citas.
Actúa
La pereza genera mas pereza. Hay que poner las cosas en movimiento. La vida se “detiene”, por así decirlo (porque en realidad no es posible que se estanque) y se torna aburrida cuando eludimos sus retos, contrastes y desafíos. El desgano y la pasividad nacen del miedo a asumir riesgos y responsabilidades. Exígete, lo he dicho muchas veces pero insisto: ve mas allá de lo que te has creído o lo que los demás te han hecho creer. Confía en tu poder y tu grandeza, no te ignores más. Nada que opaque más tu brillo y tu luz interior, que tu mente temerosa.
No te tomes las cosas tan en serio. Ponle humor a tu vida. La risa es la voz de tu espíritu y es sanadora. Cuando te ríes es como si tu alma cantara. Tu frecuencia vibratoria se eleva, impactas a otros con tu alegría y tu ser brilla. Ten cuidado, el aburrimiento y la negatividad también son contagiosos. Si sientes que tienes que alejarte de ambientes, amistades y familiares que no te favorecen, hazlo humildemente y desde el amor envía bendiciones a estas personas.
Apóyate en los arcángeles Zadquiel y Chamuel y activa tu capacidad de descubrir la felicidad en todo lo que hoy ya tienes y en lo maravillosa que la vida es. Disfruta de sus detalles y de las personas que amas. En esta época en que los niños y jóvenes están de descanso, dale tu también vacaciones a la apatía, al desgano, a la tristeza y a la pereza, y ojalá que se pierdan en el camino de regreso. Por tu parte, de la mano de los ángeles y con Dios en tu interior, vuelve a encontrar el encanto en cada aspecto de tu entorno y cotidianidad, en cada tarea que ejecutas y recaptura la magia de la vida.
Martha Muñoz Losada