Una de las cosas que siempre me ha interesado y de las que poca gente habla es cómo saber cuándo aceptar una oportunidad, cómo identificar una buena oportunidad. A veces te empiezan a llegar propuestas interesantes pero tienes poco tiempo o simplemente quieres estar segura antes de comprometerte, no sea que pierdas tiempo, esfuerzo e incluso dinero en algo que al final no merezca la pena o por lo que no sacas ni satisfacción personal. ¿Cómo saber qué oportunidad es realmente buena (al menos para ti)? Y no sólo eso sino, si decides no aceptar, ¿cómo diferenciar entre el miedo a aceptar (que no es más que autosabotaje) y la intuición o sensación de que no es para ti, que realmente no quieres hacerlo?
Yo soy una persona que confía bastante en su intuición, pero a veces no estoy segura de si de verdad no quiero hacer algo, o bien es miedo a lo que me espera: a no ser capaz, a exponerme en público, etc. Por eso, me parecía fundamental saber qué hacer en esos casos y, justo a tiempo, encontré un par de vídeos de Marie Forleo que me encantaron y me han ayudado mucho.
Esto es lo que puedes hacer si estás en esa situación:
Define tu objetivo. Para estar segura de si merece la pena aceptar o no una oportunidad tienes que tener claros tus objetivos. Tanto si es a nivel profesional como personal, a corto o largo plazo, si sabes lo que quieres te resultará más fácil determinar si esa “oportunidad” te acerca a tu objetivo. Eso es exactamente lo que tienes que tener siempre presente, que cualquier cosa que hagas te acerque aún más a tu objetivo, sea cual sea.
Utiliza una pregunta filtro. Esta técnica me encanta, de hecho la nombró Marie Forleo en otro vídeo diferente pero me parece que es aplicable aquí también, al menos en algunos casos. La pregunta es: De aquí a 10 años, ¿te arrepentirías de no haber aceptado esta oportunidad? Si la respuesta es sí, no lo pienses más. Esta pregunta filtro es también muy útil a la hora de tomar otros tipos de decisiones.
Analiza las sensaciones. Es normal experimentar miedo y nervios ante algo nuevo, pero hay una forma clara de distinguir si es tu intuición diciéndote que no pierdas el tiempo, o si es simplemente miedo a salir de tu zona de confort y a probar algo nuevo. Si al pensar o hablar de la oportunidad, aunque tengas dudas y miedo, te notas emocionada y se te ilumina la cara, entonces ¡a por ello! Si, por el contrario, parece que te encoges, te encorvas y te agobias, piénsatelo bien… Puedes comentarlo con tus amigos y que ellos vean cómo te comportas cuando les explicas la situación. Muchas veces a alguien de fuera le resulta obvio sólo por tu lenguaje corporal.
Como ves son tres trucos muy sencillos pero efectivos que te ayudarán a tomar mejores decisiones cada vez que se te presente una oportunidad. Me gustaría saber qué haces tú en esa situación, ¿tienes alguna técnica especial?
Aida Baida Gil