Desarrollamos el control del espíritu y las posibilidades de concentración, el hombre puede alcanzar estados de meditación profunda que conduzca finalmente a la iluminación. Tal estado de conciencia trasciende al pensamiento discursivo. Es místico en el sentido que trasciende la dualidad de si mismo y proporciona una experiencia de gnosis directa de la verdad y de la no dualidad. Terry Clifford.
Para crecer en esta dimensión y sacarle el máximo provecho a esta vida que se nos ha dado, no se debe descuidar el camino interno, de ahí que tomemos muy en serio el que los ojos ven la luz de la verdad, sin que la luz de la Verdad haya llegado a ellos. El hombre por lo tanto, no debe quedarse inmóvil, sin encontrar el sendero hacia el camino interno.
En todas las épocas nos recuerda Cabezas, seres potentes luminosos, avatares, indicaron al hombre el camino interno, el auto examen, para su estudio, decidieron dialogar con su Yo Superior y recibir esos mensajes que se requieren para adentrarse en la verdadera sabiduría, en el conocimiento preciso para transitar por esta senda de turbulencia, sin temor, con la convicción de cumplir con la misión asignada que uno mismo selecciona con su libre albedrío.
Quien ha decidido adentrarse en su camino interno es un hombre de selección, que verá siempre claro dentro de sí; no tendrá confusiones ni diferencias , porque vive los principios y conoce sus alcances espirituales , se ha dado cuenta de la contaminación que se adquiere en el mundo externo constantemente expuesto a los estímulos ilusorios que encadenan y evitan el crecer.
A través de ese viaje interno se adquieren las informaciones necesarias para interpretar la gran política del espíritu humano, que convive con los símbolos y los ama sobre todas las cosas. Porque son vida pura y siempre fecunda, que ayuda a transformar su ambiente por el logro de la libertad, fraternidad y justicia, donde como indica Castelblanco, presida la conciencia libre del hombre de bien.
Debemos sacudirnos del letargo que nos induce nuestra estructura biológica y buscar los medios para hacer real el espíritu dentro de nosotros mismos, es decir, sacar al mundo de las realidades, las riquezas que tenemos guardadas, escondidas y nuestro adormecimiento no permite su objetivización.
Emprendiendo ese viaje al camino interno, se encontrará la manera de cómo liberarse del miedo, temor a la muerte. De lo ilusorio, lo perecedero. La duda, las tentaciones, depresión, tristeza, soledad, por el contrario, se conocerá la verdad, lo que es trascendental y se será un verdadero ser. No hay que demorarse, se debe coger los remos y bogar porque la línea de servicio que nos corresponde pueda darse en pro de la Humanidad y de nuestro crecimiento. Se recomienda alistar el arco y disparar la flecha suprema hacia los espacios sin fin, para ser real. Es decir, para que nos emancipemos de la materia del tiempo, para que uno mismo pueda ser Dios en tu interior, en las profundidades de nuestra conciencia.
El tao nos invita a reconocer nuestros ritmos interiores que es una parte crucial de la auto aceptación.
Así como cada planta tiene sus propios ciclos, otro tanto sucede con nosotros. Juzgarnos por comparación con otros es poco natural e injusto. Cómo los árboles y las flores, cada uno de nosotros tiene sus propios ritmos, su propio tiempo de florecimiento ¿ Quién debe decir que modelo es correcto para nosotros? . Solo nosotros podemos saberlo.
Practicamos Tzú o compasión amorosa cuando dejamos de juzgarnos a nosotros y a los otros. Porque si todos somos seres únicos con modelo de vida individuales ¿Cómo podemos juzgar a otros? El tao solo nos pide que sigamos nuestro camino interior con todo corazón.
No olvidemos lo que Leo Buscaglia nos aporta, de que somos demasiado racionales, demasiados ordenados, organizados y predecibles. Necesitamos encontrar un lugar, justamente de este lado de la locura y lo irracional, en el cual podamos abandonar de vez en cuando lo mundano y avanzar en dirección a la espontaneidad y al azar, hasta un nivel que incluya un mayor sentido de libertad y riesgo… un medio ambiente pleno de sorpresa que fomente en nosotros un sentimiento de prodigio.
Definitivamente, necesitamos ir a nuestra senda interior, no lo debemos descuidar, para eso se nos dio la oportunidad de vivir y encontrar todo ese potencial que traemos desde hace tiempo.
Autor: Ing. Carlos Mora Vanegas
http://www.gestiopolis.com/organizacion-talento/autosuperacion-control-espiritual-dentro-de-los-rrhh.htm