El Espíritu es eterno y no corruptible. En esencia el espíritu es frecuencia expresada a través de luz y resonancia. El espíritu resuena a través del alma en un rango de patrones vibratorios, creando y manifestando un estado de alerta que se expresa como conciencia.
El Alma esta hecho de fuerza de vida. El Alma contiene todas las experiencias vividas por el Espíritu y de la conciencia del cuerpo/mente. Este registro es guardado de vida en vida y puede ser manifestado de una manera positiva o negativa en nuestra presente existencia.
El Espíritu dirige al Alma de acuerdo al propósito que se tiene en la vida actual. Las elecciones que hace nuestra mente/ego nos pueden dirigir hacia nuestro propósito de vida o alejarnos de el. Estas decisiones son mantenidas y grabadas en nuestra alma. La dirección del Alma es hacia el movimiento, cambio, crecimiento y expresión de los deseos del Espíritu.
La función del Alma es guiar y dirigir la conciencia del Cuerpo/Mente, el ego, en un camino de vida que permita la mejor expresión posible de nuestro Espíritu.