Al comenzar a meditar una de las cosas más difíciles de lograr es poner nuestra mente en blanco y mantener la concentración.
Un consejo práctico para esta situación es concentrarnos en el sonido o vibración que genera nuestro cerebro.
Intenta concentrarte en oírlo, y una vez que logres hacerlo mantente atento a el.
Es una especie de zumbido en una frecuencia muy baja. No es algo que estemos acostumbrados a oír, por tener nuestra mente ocupada con miles de pensamientos y distracciones, así que cuando logres identificarlo, te será cada vez mas fácil lograr tener tu mente callada para tus ejercicios de meditación, pues mantendrás a tu cerebro ocupado primero tratando de escucharlo y después manteniendo la atención en el.