No te fíes de la etiqueta… Busca más allá, más información que complemente lo primero que lees… en ella te puede poner datos básicos, pero no los más importantes; cómo se lava, qué la compone…
Lo mismo pasa con las personas… todas llevamos etiquetas que l@s demás nos colocan sin nosotr@s buscarlas. Desde que nos estamos buscando, parece que los demás, ya nos han encontrado, ya hay adjetivos que de una manera u otra nos definen… Y, el extremo más absoluto lo encontramos cuando hay alguna dificultad en concreto… la depresiva, el agresivo, el torpe, la inquieta… desde ese momento que alguien lo lleva colgado, no se ve más… y sin embargo, hay mucho más allá dónde mirar. Mucha más información que esa, pues eso no define a nadie. Es más, ningún adjetivo de esa naturaleza, define a nadie constantemente. Porque, por suerte, tod@s vamos cambiando, evolucionando y dejando atrás ciertas características que antes nos podían definir, pero con el paso del tiempo, decidimos cambiarlas por algo más positivo. Porque ese lado, esas etiquetas, también existen y deberían de resaltar más que las que le recuerdan a un@ misma y a l@s demás, nuestras limitaciones y dificultades.
Todo aquello que limite nuestro campo de acción o decisión por el simple hecho de que venga impuesto desde fuera, nos quita aire. Habrá que deshacerse de eso que oprime, que coarta, y buscar alternativas que nos recuerden y les recuerden, lo bien que se nos dan mil millones de cosas…(o infinitas) más.
Autora: Gema Zunzunegui Lamas