Dicen que el primer amor jamás se olvida. Esto porque ha sido el primero sabor a sentir, pero es importante saber que no es el único, pues fue solamente un acaso que determinada persona haya sido la primera a compartirte tal sentimiento. Es cierto: después que se conoce uno de sus sabores se quiere hallar los demás.
¿Qué sabor tiene un amor?: Depende de lo que procuras. Si poco antes de un beso tu pareja estaba mascando un chicle de menta, entonces el beso tiene sabor a menta, pero si estaba mascando uno de frutilla, ya sabes el sabor. Lo que se busca en una persona es mucho más que un sabor temporal, es lo que ella puede ofrecerte como ser humano, las cosas buenas que puede darte y enseñarte. Se busca en una pareja complementos a una vida mejor (esto no se refiere a dinero, pero a carácter).
Nunca se conoce una persona de verdad, aunque se intente a través de sus cualidades y defectos, ella tiene un defecto todavía más grande: ocultar los peores. Todo esto por miedo a perder la pareja, porque piensa que si ella le conociese por entero, que iba a fugarse. En el fondo todo lo que se esconde para un amor es porque hay el miedo de una pérdida.
Si quieres saber el sabor de un amor hay que probarlo, o mejor diciendo, probarlos, porque cada persona actúa de cierto modo y el amor va a tener un gusto según la manera de cada individuo. Hay gente que sabe escucharte, hay aquel/aquella que tiene el don de traerte alegría cuando tú más necesitas, hay quien sabe besarte como nadie, también hay la pareja que sabe hechizarte por su manera sencilla de ser etc.
Si preguntan a una niña, por ejemplo, lo qué ella busca en una pareja: en cierto va a decir que a ella le gustaría un niño que ámela mucho. Pero, si le preguntan el mismo cuando mujer, va a contestar que quiere un hombre trabajador, que tiene dinero, que sea de buena familia, guapo etc.
Si preguntan a un niño, por ejemplo, lo qué desea en una niña, la respuesta es fácil: que sea un bombón. Espera el tiempo pasar y le pregunta el mismo cuando hombre. Seguramente él busca una mujer bonita, que tiene bellos pompis, senos hermosos y que sea fiel.
Comprenda que al paso que uno va creciendo, sus gustos van tornándose más exigentes, pues se está más experimentado de la vida y conoces un poco más el amor, ya que su instinto se ha despertado.
Hay muchos tipos de parejas, y para encontrar la perfecta o el alma gemela (cosa que tal vez no existe) tienes que experimentar varias. Es como probar un helado. Si a ti te gustas el de sabor a frutilla, vas a tener la gana a probar el de chocolate y viceversa. Solamente cuando se conoce varios es que se puede decir con certidumbre el cual prefiere, porque cada sensación es única.
Parece que cuando se está más viejo todo se cambia en el corazón de una persona: cuando joven se está llena de ilusiones, pero las frecuentes decepciones con la pareja hace con que se destroce un sentimiento grandioso que es el de creer en el amor y así se lo mira de otro modo.
Vivir con cierta persona tiene un sabor, pero traicionarla tiene otro. Se busca en un(a) amante las cosas que no se encuentra en casa. Para que un amor permanezca es necesario saber qué sabor tienes para tu pareja y lo qué él/ella procura, pues sólo así podrás tenerla en tu control. Si a él/ella le gusta un sexo más salvaje, intenta agradarle, pero si le gusta más algo romántico, entonces hazlo.
En el amor no puede existir miedo o vergüenza de los gustos sexuales, porque sino será imposible funcionar una relación. Las personas son como son y si ellas están juntas es porque hay algo en común que les hacen sintieren completas. Si ambos charlan de sus sentimientos todo se queda más fácilmente para la pareja, y así no se es necesario buscar nuevos sabores cuando se tiene todos en casa.
En verdad no existe un sabor para el amor, es tú quien lo da. Son los momentos a dos que torna todo especial en la vida de alguien: un abrazo, un beso, un toque, una palabra amiga, una sonrisa, un consejo o hasta mismo un reclamo.
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