El universo es un macrocosmos de energía y de poder creativo, y todo hombre, mujer o niño, es el epítome de la totalidad del cosmos. En tu campo individualizado de energía, en ese microcosmos que eres tu, hay cantidad de Poderes Causales, o ángeles, controlan tu pensamiento consciente y que rigen la manifestación de todas las formas y experiencias que tienen lugar en tu vida personal.
Su existencia ha sido enseñada desde la aparición de las hermandades espirituales y de las sociedades filosóficas, hace ya miles de años.
En las enseñanzas de sabiduría estos Poderes Causales son llamados por muchos nombres, incluyendo los de Agentes, Ángeles, Formas del Pensamiento Consciente, Manos de Dios, Señores, los Resplandecientes, y más recientemente, arquetipos (en la psicología analítica de Carl Jung).
Prefiero utilizar el término Ángeles, los cuales según el Diccionario Metafísico Bíblico, son quienes “guardan, guían y dirigen las fuerzas naturales de la mente y el cuerpo, las cuales llevan en sí el futuro de todo hombre”.
Los cristianos siempre han creído en la existencia de seres incorpóreos como los ángeles, así como los yoguis y místicos hindúes creen en los devas. Ellos no sólo están vitalmente involucrados en el ordenamiento de nuestro destino, sino que también son los encargados de controlar las poderosas fuerzas espirituales utilizadas en la construcción y la conservación de todo el Cosmos.
Los devas, en realidad, pueden ser descriptos más adecuadamente como centros de fuerza y de inteligencia que, bajo la dirección de inteligencias aún más grandes que las de ellos, llevan a cabo las funciones correspondientes a los diversos oficios específicos para los que han sido asignados. Así, en efecto, están siempre listos para ayudar y dar al individuo según la medida de su receptividad.
Para ellos, todo es vibración. En eso consiste su lenguaje, su nota tónica, la manifestación del propio Dios. Ellos moran en un reino de amor y de extática belleza, un reino de música que se hace visible a través de formas brillantes y transitorias, de color que se vuelve audible en olas de sonidos exquisitos; de átomos de materia que están en perpetuo movimiento, cambiando, fundiéndose, separándose, en respuesta a los impulsos de la energía creativa cuya expresión constituye la exclusiva razón de la existencia de los devas.
Los ángeles o poderes causales son extensiones del Espíritu de Dios que habita en cada individuo. Son formas de pensamiento divino que operan bajo la Ley del Libre Albedrío, lo cual significa que están sujetas a la energía que, consciente o inconscientemente, irradiamos todos nosotros. Hay que pensar también que mediante diversas formas de adulteración ya sea por medio del temor, la culpa, la ira, la frivolidad y otras características del ego, podemos literalmente cambiar su verdadera naturaleza. Podemos desviar sus divinas intenciones y restringir y paralizar sus expresiones.
Cada Ángel tiene un deber cósmico que cumplir, como un vórtice, a través del cual emite su verdadera naturaleza de su ser, la abundancia, las relaciones amorosas, el éxito, la armonía, o cualquiera puede ser su tarea específica. Su rol es siempre el de estar a tu servicio, lo cual significa que tú puedes hacer caso omiso de su función y de su naturaleza primaria y crear tu propia realidad, y Él está obligado a seguirte.
Recuerda que la naturaleza de los Ángeles representa todo lo que es bueno, auténtico y hermoso, y a menos que sus energías sean mancilladas por el accionar del ego, experimentarás todas esas óptimas cualidades en el ámbito de tu propia vida. Cuando, de manera consciente, mantienes tu propia afinación en consonancia con las vibraciones más altas de cada Ángel, puedes ser amada, amante, creativa, próspera, enérgica, resuelta, sabia, intuitiva, comprensiva, alegre, victoriosa, armónica, lúcida, confiable, fuerte, paciente, valiente, imaginativa, iluminada, plena, exitosa, ten sentirás protegida, estarás siempre respaldada por la Verdad y serás maravillosamente libre, es decir, que llegarás a ser todo aquello para lo que has sido creada.
Pero si tu “realidad” incluye problemas, restricciones, limitaciones y debilidades de carácter, eso significa simplemente que estás proyectando falsas imágenes sobre esas energía vivientes y ellas, a su vez, proyectarán esas equivocaciones y esos conceptos erróneos en la pantalla exterior del mundo fenoménico y continuarán proyectando esa apariencia negativa hasta llegar a producir un cambio en la energía de tu manifestación en el punto de tu expresión situado en el interior de tu conciencia.
http://hermandadblanca.org/biblioteca/curso-sobre-los-angeles-con-enfoque-metafisico-por-alexiis/angeles-clases-de-11-a-15/