Hay quien se siente decaído al primer contratiempo y piensa que todo le sale mal, pero a ser positivo también se aprende.
Ana se levanta por la mañana. Mira por la ventana y está lloviendo. Se ducha pensando lo mal que le sientan los días lluviosos: hay que llevar paraguas, habrá atasco y menos posibilidades de encontrar aparcamiento. Mejor no desayuna, no hay tiempo. Y cuando llega al trabajo está tan agotada y malhumorada que no rinde lo que se espera de ella.
Pero la situación también podría darse a la inversa. Está lloviendo. Ana escoge ropa alegre para poner una nota de color al día. Se da un capricho a la hora de desayunar y soporta el atasco cantando las canciones de su grupo preferido. No ha podido empezar mejor la jornada y llega al trabajo relajada y con una sonrisa.
No podemos hacer frente a las adversidades del día a día, pero sí podemos ser más positivos y cambiar nuestra actitud a la hora de enfrentarnos a ellas. El doctor Norman Vincent Peale, creador de la teoría del pensamiento positivo, afirma que, "para saber dónde estamos y quiénes seremos en el futuro, basta analizar los pensamientos que tenemos hoy"
Pensamientos a voluntad
Muchas de las cosas que nos suceden están fuera de nuestro control, pero lo que sí podemos hacer es cambiar nuestros pensamientos a voluntad. El origen de muchos de nuestros sufrimientos no es real, sino que se debe a nuestra forma de enfocar los problemas. Pensar en positivo cambia la perspectiva. Hay que aprender a ver las cosas como son, y no como las imaginamos.
Para ser un poco más felices una de las mejores tácticas es la automotivación, ya que tenemos el poder de decidir cómo vamos a reaccionar ante la vida.
Automotivación en el trabajo
La automotivación es un buen recurso para recuperar el entusiasmo por vivir. Lo primero que hay que hacer es sentirse optimista, esperando lo mejor del presente y el futuro. El ayer pertenece al pasado y cada mañana comienza un nuevo día lleno de posibilidades.
El positivismo es contagioso. Quien siembra un buen ambiente en su trabajo inmediatamente ve sus frutos en la gente de su alrededor y contribuye a crear una atmósfera relajada. En este sentido, el profesor de psicología Daniel Goleman señala que "la inteligencia emocional es la capacidad de sentir, entender, controlar y modificar nuestros propios estados anímicos y los ajenos"
Por ejemplo, cuando una persona realiza una determinada tarea que no es de su agradado no debe pensar en el proceso, sino en el resultado final, al tiempo que trata de imaginar cómo se sentirá una vez haya acabado. Eso le dará fuerzas.
Por último, no hay que permitir que nadie nos desmotive, y una buena táctica es repasar mentalmente todos los éxitos que uno ha obtenido a lo largo de su vida. Si molesta la presencia de alguien en particular hay que intentar empatizar con él, ponerse en su lugar para comprender cómo es y por qué actúa así.
El juego de la vida
No siempre podemos estar motivados, porque los acontecimientos se encargan de desmotivarnos continuamente. Es normal tener altibajos. Es lo que los psicólogos llaman “el juego de la vida”. Se trata de imaginar la vida como un combate de boxeo, donde nosotros somos los boxeadores. A veces tenemos que caer y levantarnos. No triunfan los que nunca se caen a la lona, sino los que se levantan tras la caída.
Para mantener la automotivación alta es necesario empezar bien el día e intentar que tus primeras horas sean lo más positivas posibles. Lo mejor es no buscarse complicaciones y hacer del desayuno un rato agradable. Es más, hay que intentar sonreír al levantarse por las mañanas. Una buena opción es escuchar algún programa matinal de humor en la radio. Los efectos de una buena carcajada mantendrán la sensación de bienestar durante buena parte de la mañana.
Por otro lado, hay que intentar positivizar todos nuestros pensamientos. Cada persona posee un conjunto de mensajes pregrabados que se repite continuamente: "no puedo hacer eso", "siempre me pasa lo mismo", "no tengo suerte", "nada me sale bien"... Al entrar en esa dinámica hay que frenar y transformar esos pensamientos en positivos: "claro que puedo", "esta vez no me va a pasar" o "seguro que me sale bien".
Contaminación positiva
Si los problemas absorben mucho de nuestro tiempo hay que intentar desconectar apuntándose a alguna actividad. Un taller de fotografía, un gimnasio o un grupo de yoga son opciones válidas para eliminar tensiones y conocer gente. Las personas negativas deben intentar juntarse con alguien que no se pase todo el día hablando de sus problemas. Y, si no podemos evitar el relacionarnos con gente así, al menos intentemos neutralizarlas en nuestra mente para no vernos afectados.
Ante los contratiempos hay que reaccionar, pues los pequeños escollos son peldaños para alcanzar más altura. Si nos levantamos y los superamos nos sentiremos más fuertes. Cada situación, incluso las negativas, son oportunidades de ascender. Nuestro cerebro es como una gran máquina autoprogramable a la que hay que sacar partido.
http://suite101.net/article/pensar-en-positivo-a718un beso y una linda sonrisa