Hay gente que tiene un magnetismo tal que resulta irresistible. Dondequiera que vayan llaman la atención, suelen ser el centro de miradas o de reuniones, caen bien a la mayoría de la gente. Son muy populares.
¿Quieres ser uno (o una) de ellos, ampliar tu círculo de amigos, conseguir pareja? A continuación, algunas características que, a mi juicio, hacen que hombres y mujeres sean irresistibles.
Mostrarte tal cual eres: ¿A ti te gusta estar con gente que finge, que oculta o que no dice la verdad? Pues a los demás tampoco. Además, mostrarnos de manera distinta atraerá a gente que no tiene afinidad con nosotros, ya que estaremos dando pautas incorrectas de lo que nos gusta, de lo que es importante para nosotros o de cómo somos. Sé lo más genuino que puedas, y gente afín se acercará a ti por tu forma de ser, con ganas de conocerte aún más.
Darte tu lugar: Algunas personas con su actitud (e incluso con sus palabras) parecen estar pidiendo permiso todo el tiempo, o no ocupar el lugar que les corresponde. Si no te das tu lugar, nadie lo hará por ti. Se puede ser flexible sin permitir que nos invadan.
Personalidad: una personalidad atrayente es mucho más irresistible que una linda cara. De hecho, te habrá sucedido estar en compañía de un hombre guapo (o de una mujer hermosa) y no tener tema de conversación, mientras que quien no te ha gustado demasiado a primera vista tal vez resultó ser alguien con sentido del humor y valores similares a los tuyos…
Sentirse cómodo con el cuerpo: Acepta tu cuerpo tal cual es, en especial las cosas que no se pueden o que no tienes intención en cambiar. Si tú te aceptas y tienes una actitud relajada, los demás te seguirán. Vístete con prendas adecuadas, no con absolutamente todo lo que esté a la moda, ya que todas las personas contamos con ropa que nos favorece y otra no tanto.
Escuchar: una cualidad importantísima de los líderes es saber escuchar. No interrumpir, procesar lo que nos dicen, incluso ayudar si queremos o podemos. Los monólogos cansan al interlocutor y evitan la comunicación y la empatía entre las personas.
Respetar tu individualidad: no cambies de idea o de proyectos con cada nueva pareja. Ten metas a alcanzar por ti misma (o mismo). Casarse e incluso tener hijos no significa perder nuestra individualidad, la gente se cansa de estar con alguien que no tiene inquietudes ni pensamientos propios.
Sal a la calle sintiéndote la persona única que eres, camina bien erguida (o erguido), ten seguridad al verbalizar tus opiniones, mira a los demás a los ojos, no temas por el qué dirán – la gente siempre habla – … ¡eres un ser único, y expresarlo te convertirá en alguien irresistible en todo momento!
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