La mayor diferencia entre el fracaso y el éxito está en nuestras creencias, ya que esas creencias determinan nuestro estado mental y emocional, y ese estado nos debilita o nos fortalece, afecta y determina lo que haremos, cómo lo haremos o si lo haremos. Por eso, la clave está en aprender a controlar nuestro estado mental. Aquel que aprende a manejar sus emociones se conviete en el patrón de su destino.
Si pensamos en aquello que sí deseamos atraer, en soluciones, en nuestras metas, generaremos sentimientos positivos que a su vez crearán unas expectativas que darán forma a nuestra actitud. Se podría decir que la realidad, hasta cierto punto, es producto de nuestras expectativas.
1. Pensamientos: la clave y el inicio de todo.
2. Enfoque: es aquello a lo que consciente o inconscientemente dirigimos y prestamos más atención en nuestra mente. Nuestra energía emocional se centra en aquello en que nuestra mente ocupa más tiempo.
3. emociones: son el resultado de nuestros pensamientos, sentimos como pensamos. Dependiendo de a qué prestemos más atención y adónde dirigimos nuestros pensamientos, así serán nuestros sentimientos.
4. Expectativas: son las creencias; si creo que puedo o no puedo lograr algo, la fe o las dudas, la confianza o los miedos. Todas ellas son el filtro de la percepción de nuestra realidad, el cual determina y condiciona nuestras acciones.
5. Actitudes: la calidad y la percepción de esas expectativas y creencias establece nuestra actitud, la cual transmite esa energía a nuestros comportamientos.
6. Acciones: la calidad de nuestras acciones está determinada por nuestra actitud. Cuando estamos seguros de algo o tenemos buenas expectativas, cuando creemos que un proyecto va a salir bien y estamos convencidos de ello, esa energía nos infunde y transmite una plena confianza.
7.Resultados: la calidad de los resultados se basa en la calidad de las acciones, que determinan nuestros pensamientos, las creencias y las expectativas. Cuando los pensamientos son los correctos, el resto fluye con la energía correcta, propiciando los resultados que deseamos.
Fragmento del libro "Donde tus sueños te lleven" de Javier Iriondo (muy recomendable)