Si por un momento te imaginas firme como una columna o como un roble, si puedes creer en ti mismo y en tu fuerza, amigo mío, de pronto verás como las cosas cambian para mejor. No hay tristeza que pueda aniquilarte, no hay dolor tan grande que tú no puedas vencer.
Sí puedes, créelo, sé que es más fácil escribirlo que ponerlo en práctica pero te lo digo porque lo he visto, te lo digo porque yo mismo lo he experimentado. Puedes ponerte en pie, puedes vencer toda adversidad.
Cuando el camino se hace cuesta arriba... ¡No te apartes de él!
Cuando las cosas andan mal - como a veces sucede... ¡No te abandones!
Cuando no consigas resultados y se sumen los problemas... ¡No te rindas!
Cuando quieras sonreír y sólo puedas suspirar... ¡No te desanimes!
Cuando la suerte te sea adversa y no encuentres fuerzas para seguir... ¡No renuncies!
Cuando no encuentres compañeros de lucha... ¡No te agobies!
Cuando la tormenta llegue y ruja... ¡No te asustes!
Cuando tengas que empezar de nuevo... ¡No te abrumes, lo lograrás!
Cuando las voces de desaliento te persigan... ¡No las escuches!
Cuando el pasado te torture... ¡Ignóralo, el pasado ya pasó!
Ánimo, recuerda que esta lucha depende solo de ti, recuerda que nadie conoce el camino a tu felicidad, solo tú. Recuerda que tienes la obligación de ser feliz, que tienes el deber y el derecho de alcanzar tu felicidad.
Nada ni nadie te aparta del camino, solo tú. Por eso debes tener los ojos bien abiertos y enfocarte en lo que te hace feliz. Y caminar, caminar, caminar rumbo a tu plenitud. Es difícil, pero es posible...y vale mucho la pena. Ánimo, lo vas a lograr.
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