Debemos estar atento, saber manejar inteligentemente nuestras emociones optimizar resultados que beneficien nuestro crecimiento personal y espiritual, no permanecer pasivos, sino saber aprovechar al máximo la oportunidad que se nos ha dado de estar...
Mientras permanecemos con vida en esta dimensión, debemos saber aprovechar el tiempo que se nos ha concedido de permanecer.
Debemos mantener avivado ese entusiasmo de ser el mejor del mejor, no corresponder al montón, no a identificarnos co ello, debemos ser especiales, saber una óptimamente el potencia energético que se nos ha otogorgado. Tratar de ser el mejor.
El diccionario Larousse, define la palabra mejor como el más bueno, o sea que es bueno, pero es el más bueno de todos, la palabra arte la define como un conjunto de reglas de una profesión, también dice que arte es virtud, poder, eficacia y habilidad para hacer bien una cosa. Así tan sencillo como se oye.
Cuando se trata de comprar algún artículo de consumo, la mayoría de nosotros preferimos comprarlo de marca, como decimos popularmente de buena marca, de marca reconocida, de prestigio, porque comprar de marca es garantía de calidad, y de bien hecho, sin defectos, con una gran variedad de modelos, colores, estilos, tallas, diseños y precios. O sea que entre los mejor, seleccionamos lo mejor, marcas capaces de dejar satisfechos hasta al cliente más exigente, lo que no ofrece de ninguna manera la mediocridad y la piratería. Más claro ni el agua.
Entonces el arte de ser el mejor consiste en una serie de reglas que hay que cumplir y que son características de las buenas marcas. Ser bueno esta bien, pero ser el mejor es ir por buen camino a la excelencia.
La virtud de hacer bien una cosa, como nos dice el diccionario, es algo que ya trae uno, pero que también puede ser aprendido. Pero es un todo. No es exclusivamente una sola cosa. Una nueva cultura laboral, una mentalidad propicia, gente entregada, bien capacitada, que toma el compromiso en serio. Que lleva grabado en su corazón el enunciado de misión de la empresa en la cual presta sus servicios. Es la actitud, y el deseo de querer ser el mejor de todos.
Ser el mejor empleado, el empleado modelo, pudiera ser que tiene mucho que ver el llegar temprano, cumplir con todas las órdenes al pie de la letra, preocuparse por hacer bien las cosas desde la primera vez, esforzarse por llegar a las metas requeridas en cuanto a calidad, producción, entregas a tiempo, y satisfacción del cliente, no faltar al trabajo, llevar buenas relaciones con sus iguales, respetarse entre sí, con sus iguales y con sus patrones, pero ser el mejor equipo exige lo mejor de cada uno, de todos, de cada persona integrante del equipo, todos con un mismo espíritu, con las agallas, el entusiasmo, la motivación para llegar a ser el mejor equipo. El mejor entre todos los buenos
Pero la ley de compensación así como todas las leyes se cumplen porque se tienen que cumplir. La ley de compensación le paga de acuerdo a todo el esfuerzo realizado, es como la ley de la causa y efecto. Lo que siembra es lo que tiene que cosechar. Pero hay que regar todos los días el arbolito del fruto que ha sembrado para que de sus frutos, los tiene que dar tarde o temprano. Hasta ahorita nadie se ha arrepentido de ser el mejor, porque luego de un tiempo vienen las oportunidades, el progreso, el reconocimiento, las motivaciones, las cosas que tanto ha soñado lograr.
En esta corta vida no podemos quedarnos conformistas, pasar a formar parte del inmenso grupo de los millones de personas que viven rutinariamente, atrapado en ilusiones que nos legan crecimiento, comportándose igual que los demás, en forma superficial, imitadores, acomplejados, del montón; todo lo contrario se debe lucha por ser el mejor del mejor, para ello es necesario contar con una visión clara de nuestro rol.
Misión, autoconocimiento para encausarnos con nuestras acciones a convertirnos poco a poco en el mejor. Formar parte de esas gente especial cuyo legado por este tránsito ha sido maravilloso y nos aportan reflexiones, sugerencias, aspectos que no podemos ignorar par transformarnos en seres especiales.
Hay que dar ese paso necesario para generar los cambios que nos han impedido ser el mejor, automotivarnos y emprender las acciones necesarias que nos ayuden a lograrlo, ser constantes, auténticos, comprometidos con los cambios que se requieren para lograr ese objetivo, considerar que debemos un ser que utilice su fuerza para construir, jamás edificar ninguna de mis victorias sobre la destrucción. Un ser que supere las obligaciones externas con su capacidad interna de responder éticamente por cada una de sus acciones
Carlos Mora Vanegas