Cuantas veces nos hemos dicho: “no pude hacer más”, “yo sólo no puedo con todo”, “no puedo luchar contra las circunstancias”, “no hay nada que pueda hacer”…, todos estos mensajes que nos enviamos y que en muchos casos forman parte habitual de nuestro dialogo interno (lo que nos decimos mentalmente), tienen un denominador común, ¿sabes cuál?...
¡Sí, has acertado, son todos “mensajes negativos”, y atención, quizás sea éste el habito más autodestructivo que podamos tener…!
Reflexionemos sobre ello: ¿qué pasará si continuamente nos enviamos mensajes negativos a través de nuestro dialogo interno?, pues que al final acabaremos creyendo que lo que nos decimos es verdad, fomentado así, los estados negativos…, y recuerda, “los estados negativos nos paralizan y nos dejan totalmente desvalidos y faltos de recursos”. Pero esto no ocurre porque inicialmente no creamos en nuestras posibilidades, sino por el efecto de la repetición.
La repetición, es la base del aprendizaje, todo lo que sabemos lo hemos aprendido a través de hacerlo una y otra vez, así vamos adquiriendo todos nuestros conocimientos, repetimos las veces necesarias hasta memorizar los conceptos. Aprendimos a leer, leyendo repetidas veces, aprendimos a escribir, escribiendo repetidas veces, aprendimos a conducir, conduciendo repetidas veces. Todo lo aprendemos repitiendo y practicando…
Entonces, ¿qué pasará si nos repetimos una y otra vez, que no podemos hacer algo? ¿Qué no somos lo suficientemente buenos para algo? ¿Qué nunca podremos ser lo que nos gustaría ser…?
Pues como ya habrán descubierto, “aprenderemos que no podemos” y conseguiremos trasladar a nuestro sistema de creencias que no podemos, pero esto no es cierto ¡tú sí puedes! ¡tus capacidades son ilimitadas, pero utilizas la estrategia incorrecta!
Si eres de los que te boicoteas continuamente, de los que se comunican a través de mensajes negativos, te diré algo que seguro te ayudará, algo muy sencillo, algo que cambiará tu vida de forma inmediata…, “COMUNÍCATE CON MENSAJES POSITIVOS”.
A partir de hoy, quita el “no” y el “nunca” de tu dialogo interno, y pon un “sí” es muy fácil, pruébalo, practícalo y conviértelo en hábito. A partir de hoy, comunícate de forma positiva contigo y con los demás, con tus hijos, tu pareja, tu familia, tus amigos, tus compañeros de trabajo…, verás que si te comunicas en positivo, tu vida será positiva, y si tu vida es positiva, serás mucho más feliz…
Cuando nuestro dialogo interno es positivo, fomentamos los estados positivos como: la autoestima, la seguridad interior, la fe, la ilusión, la confianza en nosotros mismos…, todos estos estados nos potencian y liberan en nosotros fuentes inagotables de poder personal y recursos…, entonces ¡vale la pena tener dialogo interno positivo¡ ¿verdad?
No esperes más, pasa a la acción y decide no volver a utilizar dialogo negativo en tu vida, lo primero: coge papel, un bolígrafo y escribe lo siguiente, pegándolo donde puedas verlo todos los días:
¡Adiós al “no puedo” y bienvenida al “sí puedo”!
Francisco Lutzardo