Rompo toda misión del enemigo en contra de mi economía, en el nombre de Jesús.
Rompo toda maldición de pobreza, carencia, duda y fracaso en el nombre de Jesús.
Busco primero el Reino de Dios y su justicia y todo lo demás vendrá por añadidura.
Señor, enséñame a sacar provecho y a encaminarme por el camino que debo ir.
Tú eres Jehová-Jireh, mi proveedor. Eres el Shaddai, el Señor que da más que suficiente. Hay bienes y riquezas en mi casa porque te temo y me deleito en gran manera en tus mandamientos. La bendición del Señor sobre mi vida me hace rico. Soy bendecido en mi entrada y mi salida. Soy siervo de Dios y Él se complace en mi prosperidad. Jesús, tú te hiciste pobre para que por medio de tu pobreza yo pudiera ser prosperado. Medito en la palabra de día y de noche, para que lo que sea que haga prospere. Sea la paz dentro de mi palacio. Doy y se me dará en medida buena, apretada, remecida y rebosando. Abre las ventanas del cielo sobre mi vida y recibiré más de lo que puedo almacenar. Que tus lluvias de bendición caigan sobre mi vida. Que abunde en mí toda gracia, a fin de que tenga siempre en todas las cosas todo lo suficiente, y abunde para toda buena obra. Amo la sabiduría, tengo mi heredad y mis tesoros son llenados.
--John Eckhardt
Tomado de su libro Oraciones que derrotan a los demonios. Publicado por Casa Creación