La vida es una caída inexorable. Tu decides si te dejas caer empujado por la inercia de tu propio peso, o buscas algún punto de apoyo al cual asirte. No importa con lo que te agarres; usa tus manos, tus pies y déjate las uñas en el empeño, hasta los dientes si hace falta, pero “revuélvete” en la caída de tu vida y encuentra esos “destellos de felicidad” a los que agarrarte para que hagan mas fácil tu camino.
(Susana Tamaro)