El 3 de octubre de 1955 se iba a comenzar a escribir otro capítulo en las bitácoras marinas del misterio.
Fue ese día cuando el buque "Joyita" zarpó de Apia (Samoa Occidental) con rumbo a Fakaofo (Islas Tokelau), distante unas 270 millas.
Veinte pasajeros y cinco tripulantes iban a bordo, en un viaje de rutina que demandaba menos de 40 horas habitualmente.
El "Joyita" era un barco con motor diesel y buena navegación, que había pertenecido anteriormente a la actriz Mary Pickford, muy famosa en sus tiempos.
Cuando el buque no llegó a puerto en el tiempo esperado, se desató una búsqueda por parte de la Fuerza Aérea Neozelandesa, que cubrió 130.000 millas cuadradas de mar sin resultado alguno.
Al cabo de varios días, el rastreo finalizó y se dio por desaparecido al "Joyita"
Se sabía que la tripulación era experta y plenamente confiable. El capitán se llamaba Thomas Miller, era de origen galés y se había afincado en la zona desde mucho tiempo atrás, acumulando muchas millas de viajes sin ningún contratiempo.
En cuanto a los pasajeros, se trataba de gente responsable. Un médico, un farmacéutico, un gobernador, un matrimonio que se mudaba por trabajo y así por el estilo. Todas eran personas que tenían un mañana por delante, hasta que sucedió lo inexplicable.
Allá por el 10 de noviembre, más de un més después de la partida del "Joyita", el buque "Tuvalu" avistó un barco algo escorado y, a todas luces, carente de gobierno alguno. Para poder investigar, el capitán del "Tuvalu" ordenó acercarse y fue enorme su sorpresa al ver que se trataba del "Joyita"
Envió de inmediato un grupo de abordaje, el cual no encontró un alma a bordo del "Joyita". Se especuló con que hubiera cadáveres en los compartimientos inferiores, pero tampoco se encontró nadie en esa zona, vivo o muerto.
Se enviaron remolcadores, se llevó a puerto la nave y se la examinó por completo, izada en un dique seco para poder observar cualquier detalle que pudiera servir como pista de lo sucedido.
Al mismo tiempo, una junta investigadora estudiaba los antecedentes de la tripulación y los pasajeros, para realizar un informe exhaustivo.
Entretanto, se lanzó nuevamente una búsqueda generalizada, intentando encontrar sobrevivientes en la zona donde se halló el buque (a unas 600 millas de su ruta original).
Como imaginarán ustedes, nadie fue encontrado
Y las cosas no mejoraron cuando otro buque más desapareció en la zona.
Efectivamente, el barco "Arakarimoa", que había partido el 28 de diciembre de 1995 desde Tarawa, con ocho pasajeros y quince tripulantes, se había sumido en el mayor de los misterios.
Sólo que esta vez ni los pasajeros ni el buque aparecieron nunca más.
Finalmente, la junta investigadora del caso del "Joyita" concluyó su informe en febrero de 1956:
Encontraron como "posible" que el buque haya tenido alguna dificultad mecánica.
No pudieron explicar por qué el capitán no informó por radio del problema.
No pudieron explicar por qué la búsqueda aérea no los localizó.
No pudieron explicar por qué el barco fue abandonado.
Parece que no pudieron explicar mucha cosa.
Y es insólito que el buque fuese abandonado por todos ante un problema mecánico o de entrada de agua por algún motivo: era prácticamente insumergible y, para mejor, llevaba una carga de madera y de tambores de aceite vacíos. Por esa causa, aunque fue encontrado más de un mes después, estaba escorado pero no se hundió.
¿Qué le sucedió a la gente que iba a bordo?
Las especulaciones realizadas en su momento, llegaron a rozar lo descabellado: se habló de piratas, de submarinos extranjeros, de saqueadores no identificados y cosas por el estilo.
Por supuesto, nada de eso pudo ser comprobado.
En suma: otro misterio más, un hecho sin explicación racional.
Lejos del Triángulo de las Bermudas, muy lejos. Pero con caracteristicas muy similares a lo que sucede en esa zona.
http://expedientesxxl.blogspot.com.ar/2010/01/viaje-directo-al-misterio.html