Sin llegar a los extremos de "El Protegido" británico, un vagabundo de Boulder (Colorado, USA) fue atropellado por un coche y por un tren el mismo día....y sobrevivió.
Efectivamente, Robert Evans, un alcohólico sin techo de Boulder, empezó muy mal el día: fue atropellado por un coche mientras andaba en bicicleta por la ciudad. Trasladado al hospital, se constató que no tenía heridas de consideración, apenas unos rasguños, por lo cual fue dado de alta.
Tras volver a la calle, unas horas después se lo llevó por delante un tren de trocha angosta que circulaba por los aledaños. Unas magulladuras en las rodillas y un golpe en la cabeza fueron el único perjuicio que sufrió el buen Robert.
De todas formas, no es la primera vez que se ve envuelto en hechos extraños. Tiempo atrás, se encontraba pescando en un agujero en el hielo de un lago, cuando estallaron unas latas de cerveza que había llevado consigo, empapándolo.
El hombre no hizo caso y siguió pescando (a lo sumo habrá largado unas maldiciones por perder sus cervezas). Pero no se dio cuenta de que, al poco rato, sus pantalones se habían pegado al hielo y ya no podía incorporarse.
Se salvó de morir congelado porque unos guardias forestales pasaron cerca y lo vieron.
No sé qué piensan ustedes. Pero yo puedo imaginar a un señor de lentes oscuros y traje negro, musitando en un teléfono: "Quiero que parezca un accidente".
http://expedientesxxl.blogspot.com.ar/2008/10/que-parezca-un-accidente.html