En un pueblo de oriente, vivía un príncipe que se ufanaba de tener el corazón mas lindo y perfecto del reinado.
Salia por la calle y mostraba su corazón al pueblo en la plaza, y decía que su corazón era el mas perfecto y hermoso.
Pero un día cuando el príncipe estaba mostrando su corazón en una plaza, se acerco un hombre diciendo que tenia el corazón mas hermoso que el príncipe.
Al oír esto el príncipe se acerco y reto al hombre a que mostrara su corazón.
Entonces aquel hombre mostró su corazón, estaba todo deformado por cicatrices, bordes que sobresalían, agujeros y remiendos. En ese momento el príncipe le dijo; ¿ como puede usted decir eso? , ¡ si es el corazón mas imperfecto que he visto!.
Sin embargo el hombre le contesto: " cuando yo comparto con alguien le doy un pedazo de mi corazón "
Si la persona me corresponde reemplazo el trozo de corazón que entregue con el corazón de otra persona que también me ofrece un trozo de su corazón a cambio.
Por eso es que a veces los bordes sobresaltan porque son mas grandes o mas pequeños, que el trozo de corazón que yo entregue.
Cuando doy un trozo de mi corazón, y ese ofrecimiento no me es correspondido, queda un agujero en ese lugar.
También tengo cicatrices, porque muchas veces me han maltratado y causado heridas, pero yo sigo igual entregando un trozo de mi corazón a las personas que conozco.
Al oír esto el príncipe se saco un trozo de su corazón y se lo entrego al hombre.
A cambio ese hombre tomo un trozo de su corazón y se lo entrego al príncipe, el cual coloco con mucho orgullo sobre el agujero que había dejado su entrega.
Y marcho orgulloso mostrando su corazón y entregando un trozo de el a las personas con las que compartía.