Desde hace un tiempo, cada mañana despierto con la misma sensación, como si abriera mis ojos humanos a un sueño que se vive con los ojos abiertos... y que mi verdadera vida es la que tengo mientras duermo y después, cuando vuelvo aquí, queda oculta tras el fino y translúcido velo del olvido haciéndose imposible el más mínimo recuerdo...
Y al intentar desapegarme de esta sensación, de mi mente, del pensamiento, siento que me sumerjo en un ilimitado mar de estrellas para acabar confundiéndome con ellas en el vacío, en la nada, que es eterna.
Es todo tan así…, como tan extraño. Es todo tan inmenso y sabemos tan poco... Me siento tan diminuta, como una pequeña tesela de un mosaico sin límite. Pero sé que en ese mosaico todo encaja a la perfección y toda tesela es necesaria para que el mosaico luzca armónico y completo.
¡Y ahí afuera hay un enorme Universo y miles de galaxias y de mundos y de estrellas… que nos miran y observan desde el silencio! ¿Será a algún lugar de esos donde voy, vivo y paso mis noches de profundo sueño?
¿Habremos cambiado la realidad y lo que nos parece vida será en verdad ese largo sueño
Y al ponerme en pie cada mañana, siento que mi trabajo en este lugar es convertirme en un transmutador de amor. Es sembrar amor y esperanza en cada palabra, en cada gesto, en cada acción… Sin embargo, al estar aquí, siento que cuesta mucho hacer este trabajo porque no todos los días brilla esa luz dentro de mí con la misma intensidad de amor. Yo también soy una aprendiza viviendo y progresando a través de mis propias experiencias.
Y al salir a la calle cada día percibo esa infelicidad en la gente, esa amargura, esa vida llena de problemas, la separación y la distancia entre unos y otros. Y me pregunto: "¿quién va desentonando?, ¿ellos o yo?"
Entonces siento que el trabajo se amplia, que la gente vive ciega, presa de su propia ignorancia, de su propio desconocimiento sobre sí mismos, sobre lo que son y su verdadero poder.
Y no puedo evitar seguir preguntándome: “¿Esto qué es? ¿Dónde está el sentido…? ¿Quién juega con nosotros? ¿Desde dónde se manejan los hilos de esta película que cada uno interpreta tomando un papel para desempeñarlo a su manera...?”
Entonces recuerdo a Chaplin diciendo: "La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso canta, ríe, baila, llora, y vive intensamente cada momento de tu vida... antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos...".
Y siento que la tarea es enseñar a los demás para que descubran su interior, quiénes son y que todos unidos nos complementamos formando parte de un mismo Plan Divino, que es Perfecto. Mi trabajo es ayudarte a recordar, porque tú ya ERES, siempre fuiste y siempre serás.
Seguiremos cantando, bailando, riendo, llorando... y sobre todo, sueño o realidad, viviendo intensamente cada momento porque es irrepetible, porque no tendremos otra vida como esta, con el cuerpo que hoy disfrutamos y con las oportunidades de aprendizaje que nos pedimos para esta... ¿realidad?
Y sobre todo, seguiremos mandando AMOR y plantando semillas de paz y entendimiento allí donde escuchemos gritos, donde veamos ofensas, discordias, enemistad… y falta de respeto, con mucha humildad porque ¿qué somos si no una chispita diminuta de luz en ese vasto Universo que se apoya y se sustenta en la que tiene al lado suyo?
Pero cada chispita cuenta, cada chispita emite su luz, y cuando la luz de las distintas chispitas que van en la misma sintonía de paz y en la misma frecuencia de amor se unen, esa luz se hace cada vez más potente, más grande, más brillante, más poderosa… Y así vamos iluminando caminos que se abren ante nosotros para que podamos explorarlos hasta llegar al centro mismo del jardín de gloria que reside en el interior de cada uno de nosotros