Te sientes con ganas de seguir durmiendo, ¿con un cansancio que te agobia? Y has perdido las ganas de hacer cosas diferentes. Entonces, es momento de subir esa energía. En ocasiones, es normal que nos sintamos cansadas y desanimadas.
El cansancio podemos clasificarlo como cansancio físico y cansancio mental. Muchas veces las diferentes situaciones en nuestra vida nos llevan a un agotamiento; es cuando energéticamente nos sentimos drenadas.
Cuando esto ocurre hay que hacer un alto y observar. Todo esto significa que le estás entregando todo tu poder a esta situación o a esta persona. ¿Cómo sería tu vida si cambiaras esto que te drena las energías? ¿Valdría la pena hacer un cambio?
Tu cansancio mental está ligado a tu cansancio físico; ambos son una bomba de tiempo que tarde o temprano explota como dinamita.
Hay varias situaciones o casos que pueden ser los detonantes de tu cansancio:
•Tu relación con tu trabajo profesional
•Tu relación de pareja
•Tu situación económica
•Tu salud
•El lugar donde vives
•Tu familia
Date el permiso de experimentar el cansancio porque somos humanos; mas no permitas que te derrumbe.
Ahora bien, ¿qué podemos hacer para salir de ese círculo que se convierte en un remolino, en un tornado y nos sumerge en su torbellino?
¡Toma acción!
¡Levántate! Ponte de pie, sal de la cama y ponte en movimiento.
¡Enciende tu radio con tu música favorita! La música es mágica y genera una energía que te pompeará hasta la última gota de sangre que fluya por tus venas.
Si tienes una mascota, ¡juega con ella! La conexión con estos animalitos es energizante y déjate enamorar por todo su amor incondicional.
Llama a tu mejor amiga o amigo y diviértanse. ¡Para qué están los amigos? Úsalos, están allí para ti, aunque sea para escuchar tu victimato.
¿Qué cambio interior tienen que ocurrir en ti para minimizar este cansancio?
Anda, muévete y que la divina luz del universo te guíe y te acompañe siempre.
Elizabeth Pabón
Tu Coach Espiritual
Coach y Autora
elizabeth@elizabethpabon.com
http://www.elizabethpabon.com