Las plantas actúan sobre nuestro pelo gracias a su poder curativo, reparador y nutritivo, cuyo efecto es inmejorable. Grande es el esfuerzo que realizan los científicos en la búsqueda de nuevas fórmulas con base vegetal.
Desde la Antigüedad las mujeres han coloreado y cuidado su pelo con plantas, pero con el descubrimiento de las moléculas por parte de los laboratorios de química, el mercado fue invadido por productos cada vez menos naturales. Con el paso de los años, el interés por las plantas para el pelo se ha recuperado y ahora las mujeres buscamos productos cada vez más naturales.
Plantas para el pelo
Debemos adquirir productos no sólo aquéllos que contienen en su composición extractos de plantas o aceites esenciales, sino aquellos que se elaboran a base de vegetales beneficiosos y aquellos que respondan de manera estable a nuestras exigencias, pues ¿de qué nos serviría un champú con mentol anticaspa si no se ha respetado el ciclo del vegetal y no nos proporciona sus propiedades?
El consumidor de plantas para el pelo, debe ser conocedor de los efectos que estas plantas van a tener sobre nuestro cabello. Un producto natural a base de plantas debe ser estable, y para ello es necesario conocer los mecanismos y acciones de esta planta en combinación con otras moléculas químicas; por ejemplo, con el agua hay efectos vegetales que se pierden y por ello es necesario estabilizar con un conservante.
Existen productos naturales, como champús que contienen okara (reestructurante), trigo (sus proteínas nutren el pelo), extractos de limón, eucalipto y árbol del té (desenredan y suavizan el pelo), extracto de granada (prolonga la duración de la coloración en el pelo, nutre y repara); lociones reparadoras con aceite esencial de romero, hojas de neem y flores de manzanilla que curan el capilar y evitan el pelo seco y quebradizo.